Hola, soy el autor, y me gustaría señalar que te contradices. Si "bien vieron" en Politikon.es (que leo con gusto) los problemas de las consignas iniciales, no es cierto que nadie dijera nada. A menos que el plural de tu última frase se refiera en exclusiva a mi blog; en ese caso la respuesta es bien sencilla. Tampoco he dicho nada sobre el Prestige, el GAL, la revolución del 34 o el asesinato de Prim. Nadie es perfecto.
¿Alguien podría untar la etiqueta "omeopatía" con un poco del "ungüento H"? Ya sé que parece que no hace efecto, por lo silencioso, pero alivia las reacciones alérgicas de algunos lectores. Gracias.
Por lo poco que sé el desarrollo continúa, pero no hay que ser un gurú de nada para darse cuenta de que o el sistema que están empezando a vender fracasa estrepitosamente, o retrasará cualquier progreso posterior en el campo hasta (al menos) que se amorticen las inversiones en las nuevas líneas de producción.
El mapa de #10 está obsoleto: ya está hecha toda la explanación y el trazado de calles. Lo único que se está planteando es el cambio de la edificabilidad. O, dicho de otra forma, el pelotazo ya está dado. La cuestión es si es un pelotazo enorme o grandísimo.
La verdad, no estoy de acuerdo con lo de "divertida anécdota". A cierto nivel, y visto desde fuera, te puedes echar unas risas; pero demuestra a las claras que '1984' no era propaganda: si aquellos comunistas de 1953 hubieran dispuesto de los medios que tenía a su alcance el "Gran Hermano", la URSS y Oceanía hubieran diferido apenas en el nombre.
Tradicionalmente, la literatura ha sido un empeño con escasa recompensa. Por cada Quijote se han escrito miles de tomos desconocidos, que tal vez escondan hallazgos artísticos mayores. La distribución industrial de libros ha sido un episodio pasajero: durante un siglo, las condiciones del mercado de la difusión literaria permitieron que un número mayor de personas viviera de la venta de un catálogo cada vez mayor de libros. Ahora, esas condiciones han cambiado para siempre: la concentración del poder en manos de pocos grupos editoriales lleva inevitablemente a una uniformización de las estanterías. Pero la distribución electrónica y los nuevos soportes pronto acercarán la obsolescencia a los best-sellers, que sólo sobrevivirán como "regalos-muestra", algo que se compra para que se sepa públicamente que hemos regalado "un libro". Naturalmente, hay mucha incertidumbre en este proceso: tal vez la piratería acabe finalmente con la literatura de masas, tal vez no se encuentre un modo aceptable de recompensar a los autores, o tal vez no aparezca un soporte que pueda sustituir realmente al libro. La literatura minoritaria, sin embargo, seguirá existiendo en tanto haya personas con la inquietud de abrir sus almas y mostrar al mundo lo que pueden crear; los nuevos medios harán posible que muchas obras maestras --e incontables bodrios-- escapen de los cajones que los encierran a un coste prácticamente nulo. ¿Pagaremos mejor a un buen "selector" que a los autores?
No hay polémica: se está confundiendo "sinonimia" con "polisemia":
Sinonimia: Circunstancia de ser sinónimos dos o más vocablos. (Sinónimo: Dicho de un vocablo o de una expresión: Que tiene una misma o muy parecida significación que otro.)
Polisemia: Pluralidad de significados de una palabra o de cualquier signo lingüístico.
Que aparezcan dos (o más) significados para una palabra en un diccionario no los hace sinónimos entre sí. Sí estoy de acuerdo en que habría que marcar la segunda acepción de "homosexual" como "en desuso" (Desus.), porque el idioma evoluciona. En esta "noticia" no hay tufos ideológicos que valgan --tan sólo una confusión bastante lógica y un poco de retraso en la actualización (¿qué son varias décadas de histeria colectiva frente a la pedofilia para la RAE?)
#10: costoso en términos del montante total del programa espacial soviético. En el mismo orden de magnitud del Saturno V americano, en cualquier caso, pero con el problema fundamental de la falta de pruebas por separado de los componentes. Si tan sólo la URSS, tan centralista, hubiera acordado crear una agencia espacial única en vez de dividir los fondos entre diferentes gabinetes de ingeniería en competencia, tal vez ahora la historia sería distinta.
No ha salido a portada: no interesa el espacio de verdad. Tan sólo las mamarrachadas tipo Iker Jiménez. A partir de ahora, la estrategia de los conspiranoicos será ignorar que estas fotos han sido tomadas.
Las nucleares serían una opción... con más investigación y desarrollo. Hay frentes abiertos, unos más cercanos que otros a su puesta en producción:
1) Pilas nucleares: "microcentrales" autocontenidas sin partes móviles que se despliegan con todo su blindaje y se recogen al cabo de 40 años para su reprocesamiento.
2) Diseños autoestabilizados, con combustible nuclear sellado en esferas de moderador.
3) Amplificadores de energía, funcionando con torio en vez de uranio (mucho más abundante, con un ciclo de residuos considerablemente más fácil de tratar.
El problema: no se investiga porque se teme hasta la histeria cualquier cosa que lleve la palabra "nuclear".
#6 No "sabemos" nada. La definición de "ser humano" la escriben (adivina) los seres humanos, no una entidad externa. Por tanto, lo que es "ser" humano queda como una cuestión cultural. En todas las guerras se inculca a los soldados que su enemigo es "menos que humano" para que puedan matar con más alegría. Hay civilizaciones donde no se es "persona" hasta que no se tiene nombre, y no se nombra a nadie hasta los dos años de edad (por la elevada mortalidad). La mayoría de los abortos son naturales, y muchos ni siquiera son percibidos como algo más que una regla algo fuerte. ¿Pecan por ello las mujeres de lesa humanidad? Eres libre de creer que la persona existe desde el momento de la concepción, pero lamentablemente no se trata de un concepto científico. La ley debe poner un límite: tú quieres que lo ponga en cero. Tus razones tendrás, pero son sólo tuyas.
Teniendo en cuenta que el porcentaje de fletes de mercancías por ferrocarril (Renfe + competencia privada) es del 3% (repito, tres por ciento), en el momento que entren los eurocombis cerramos el chiringo, salvo para transportar carril y otros productos siderúrgicos. Quince minutos después las carreteras de España se colapsarán como arterias llenas de una mezcla de tocino y pegamento.