La ONG recalca que es incapaz de "confirmar la causa de estos síntomas ni establecer quién es el responsable del ataque", pero asegura que el cuadro médico que presentan los pacientes, sumado al patrón epidemiológico de los eventos, y la contaminación que sufrieron los doctores que atendían a los pacientes "demuestran de manera contundente que fueron expuestos a un agente neurotóxico".