Estoy en el despacho terminando una reunión aburrida de cojones. Encima tengo que recibir a un contable que me ha montado un pollo de cojones con el delegado de otra sección. No sé si despedirlo directamente, obligarle a que se disculpe con el delegado o invitarlo a tomar unas cañas de viernes. Lo dejo a vuestra elección:
Verde: me lo llevo de cañas.
Rojo: Lo obligo a disculparse o lo envío al paro.