Genial artículo, pero por desgracia, la asfixia al autónomo que hay en este país hace que no haya mucho margen de maniobra ni de reacción desde que empiezas y te vas haciendo una cartera de clientes con la que mantenerte y crecer hasta que alucinas en colores con el maravilloso mundo autónomo ibérico y quieres, casi literalmente, morir