Portada
mis comunidades
otras secciones
Por mucho que se empeñen los salvadores de almas, todo indica que la homosexualidad no tiene cura. Que se lo digan a John Smid, que dedicó media vida a que los gays volvieran al redil de la heterosexualidad, y terminó casándose con un señor igualito a él. Pero no nos lamentemos aún por este tropiezo: puede que el homosexualismo sea incurable, pero al menos sabemos que la homofobia tiene remedio.
Ciudadanos intentó pintarse de color pastel. Maquillarse en tonos cálidos para engañar la mirada ajena y ocultar la negrura que se escondía en lo más profundo de su pensamiento. Los acuerdos íntimos con VOX no han hecho más que borrar el tinte y mostrar el verdadero pigmento de un partido reaccionario que, con complejos, no tiene reparos en legitimar lo más sombrío de nuestra historia.