#17 Hablo así a bote pronto, sin documentarme ni nada, pero yo me la bajé ripeada de blu-ray hace un mes y pico. Supongo que en EE.UU. o donde sea se estrenó mucho antes. Quizá no tuvo demasiado éxito y rápidamente la sacaron a la venta.
Acabo de darme cuenta de que a mi comentario en #16 (bastante correcto y comedido, creo... solo doy mi opinión) le ha cascado un negativo un tal Jose_Maria_Larrea, y el autor del post meneado firma como chemalarrea.
Pues nada, majo, yo encantado de recibirlo. Hazte mirar lo del laísmo y la enrevesadísima redacción (a mí también me pasa, ¿eh?), que te irá bien. Siempre es interesante (y en este caso también) el testimonio de alguien que vio algo en persona, pero ya puedes ver por los comentarios que no soy el único al que le han echado un poco para atrás esos detalles, tufillo de fan de UPyD aparte.
#6, #7, #20, #24... CREO que ese programa es ficción, ¿eh? Rollo parodia, bastante chunga y sin gracia, pero ficción, al fin y al cabo. Al menos me lo ha parecido, no sé.
Ahora estoy buscando en Google y lo venden como docu-reality y tal, pero yo juraría que son actrices. Las verdaderas chonis son aun más insoportables.
#11 Aunque yo matizaría un poco tu opinión la comparto bastante. También he percibido ese tufillo, y no sé si será que me acabo de levantar de una opípara siesta o que está escrito un poco raro, pero a veces me perdía y me costaba entenderlo todo.
#2 Gracias por haberme hecho reparar en ese detalle. El artículo es muy interesante, pero es que ahora encima estoy llorando de la risa, y lo digo en serio.
Totalmente con #6, #42 y supongo que algunos más... Los pelos de punta al oír esos decididos "Yo voy a votar al PP..." del comienzo de cada pregunta. Así, por las buenas. Supongo (es mucho suponer) que se les habrán ido las ganas al recibir las "respuestas".
Respecto al tema que se comenta... Ni me escandalizo (si tuviese Twitter y lo siguiese no dejaría de seguirlo ni haría la gilipollez de anunciarlo a los cuatro vientos) ni me hace mucha gracia, por manido, aunque me saca una leve sonrisa, sobre todo por las delirantes reacciones suscitadas.
Vamos, que me encuentro en un anodinísimo término medio y lo estoy disfrutando como un enano.
Lo lamentable es que estemos en una sociedad en la que un señor prefiere estar 8 horas para bajarse una película, y que a lo mejor al final es una mala grabación, que pagar 90 céntimos o 1 euro por hacerlo de forma legal y garantizar una buena copia. Lo mejor es pavonearse de tener una película gratis.
¡Jo! ¡El muy truhán ha dado en el clavo! A mí me chifla chulearle a los amigos con la cantinela de que tengo una película gratis. Es mi gran afición. Eso sí... que me cuente dónde puedo conseguirlas por 90 céntimos, que yo todavía no me he enterado (quitando algunas promociones puntuales de periódicos).
Cuánta razón gastan #2 y #3. No me canso de escucharlo, e incluso de dar la brasa a según qué amigos y conocidos enviando algún que otro vídeo y audio de David Bravo.
Las cosas claritas, buen humor, paciencia infinita cuando lo enfrentan a zotes de categoría... Impecable, vamos.
Flota un poco el ambiente amargo del despido, que añade parcialidad, y además me ha sido imposible encontrar una noticia que respalde con datos la cancelación de los programas y proyectos de dicha fundación a finales del 2010.
Aparte de esas dos pegas me ha resultado interesante leer lo que puede aportar alguien en esa posición, y nunca está de más recordar que todo lo que se haga en este sentido es poco.
En principio estoy de acuerdo en distinguir "fumadores" de simplemente "maleducados". Ni los unos son lo otro y por supuesto ser lo otro no conlleva ser lo uno. Conozco casos infernales y otros impecables como los del hospital o el cuñado de #7, pero también me he llevado chascos terribles con gente exquisita, de trato perfecto y modales intachables, que en el "tema tabaco" cambian totalmente.
Un buen ejemplo de esta contradicción se da en el clásico "Uy, perdona, que te molesto", mientras se cambia el cigarro de mano. Sí, muchas gracias, medio metro más lejos ya no me llega el humo. Se mezcla la buena intención y la educación con una especie de desconocimiento voluntario, porque realmente quien manda es el cigarro, y no ellos (adicción).
#2 Merece la pena aguantar al entrevistador. Por lo general a mí tampoco me ha gustado mucho el tono, pero, como suele ser normal cada vez que el señor Bravo (y no me refiero a Agustín) habla... lo ameno y lo didáctico van de la mano, y es un placer prestar atención de cabo a rabo, como dice #1.