Los idiomas son un castigo, como se refleja en la Biblia.
Si se pudiera unificar toda la población mundial para sólo se hablara un idioma (sea el que fuere), se ahorraría suficiente dinero no productivo como para que salieramos de la crisis y llegáramos a la mejor situación económica mundial.
Se podrían dedicar muchos más esfuerzos en I+D+I, en ciencia, en desarrollo, en tecnología, en definitiva: en futuro y en calidad de vida.
Los informáticos, ya hace muchos años que descubrimos que el futuro pasa por el software libre.
Os puedo asegurar que el desarrollo de sistemas operativos como Linux implica muchas más horas/hombre de trabajo y mucho más especializado que las dedicadas durante todo un año por los autores que "protege" la SGAE.
Sin embargo ahí están de forma gratuita para todo el que lo quiera. Y ya no hablo solo de sistemas operativos, cada vez son muchas más aplicaciones las que tenemos disponibles.
El modelo debe cambiar y pasa por facilitar el acceso a todos los usuarios, tanto de programas informáticos, como de libros, música y películas.
El enriquecimiento de unos pocos no puede ser a costa de la dificultar el acceso a muchos.