#3 Me ha venido una pregunta a la mente nada más leer su comentario, y me ha parecido interesante compartirla, pero no porque esté esperando una respuesta concreta, sino para llamar a la reflexión sobre la misma.
Allá va: "¿Por culpa de la crisis se va todo al garete, o es precisamente la crisis la que ha destapado que todo ese dinero se ha invertido en cosas innecesarias que no se pueden sostener?".
Seré un poco más concreto en mi enfoque: ¿puede este país costearse todo el despliegue de estos últimos años (aeropuertos por todos sitios, una universidad por provincia (y en algunos casos más), infraestructuras que acaban triplicando el presupuesto inicial, etc.)? Y, aún así, supongamos por un momento que pudiese hacerlo sin entrar en recesión como está pasando ahora mismo: ¿aún así es conveniente gastar tal cantidad de dinero en cosas que se alejan tanto de la necesidad y se acercan más al concepto de "comodidad"?
Ahí lo dejo.
Yo no lo veo necesariamente como dejadez de la Junta de Andalucía (aunque también tiene su peso), sino más bien como un fallo del sistema (o mejor dicho, el sistema en sí es un fracaso). Cuando hay que recortar de algún lado, surge la pregunta: ¿de dónde? Y ya depende de las diferentes respuestas las diferentes visiones parciales que se puedan dar. Personalmente, tiendo a mirar más hacia arriba, y veo que, al menos a los dirigentes del país, la educación les importa bien poco. Y es precisamente esa minusvaloración de la educación la que, a mi juicio, se traslada en forma de dinero a las Comunidades Autónomas para la gestión de sus universidades y centros de educación en general. Para ser sincero, no coincido del todo con la opinión del rector, y explico por qué: porque la Universidad de Jaén, de la cual soy alumno, genera demasiados "gastos innecesarios" a todas luces. Por un lado se quejan de la falta de dinero, pero no hablan de la mala gestión de los recursos de que disponen.
No, ni blanco ni negro, el dinero de que se disponga tiene que tener una buena gestión, que para eso es de todos; pero por otro lado no es justo el ataque indiscriminado que está sufriendo el sector de la educación pública por causas que le son ajenas en gran medida.
Eso sí, al menos hay una pregunta que admite pocas respuestas posibles, como no podía ser de otra forma: ¿Quién sufre las consecuencias? Respuesta: "Los de siempre".
Allá va: "¿Por culpa de la crisis se va todo al garete, o es precisamente la crisis la que ha destapado que todo ese dinero se ha invertido en cosas innecesarias que no se pueden sostener?".
Seré un poco más concreto en mi enfoque: ¿puede este país costearse todo el despliegue de estos últimos años (aeropuertos por todos sitios, una universidad por provincia (y en algunos casos más), infraestructuras que acaban triplicando el presupuesto inicial, etc.)? Y, aún así, supongamos por un momento que pudiese hacerlo sin entrar en recesión como está pasando ahora mismo: ¿aún así es conveniente gastar tal cantidad de dinero en cosas que se alejan tanto de la necesidad y se acercan más al concepto de "comodidad"?
Ahí lo dejo.