En la maravillosa época de la burbuja, un montón de "grandes" constructoras no tenían más de uno o dos trabajadores, la mano de obra la subcontrataban a cuadrillas, muchas no españolas, y a personas sin papeles. Un amigo me contaba como fue a una obra a entregar materiales y cuando llegó, el encargado, que estaba escondido, le dijo que tirase el material por allí. Había aparecido la policía y todos habían salido por patas porque no tenían papeles.
Creo que la situación que hay ahora es un poco diferente, mucha gente se ha buscado la vida poniendo pequeños negocios: ventas por internet, arreglos de ropa, cursos y materiales de HUM (lo que por ahí llaman DIY), diseño gráfico...
De todas maneras, no sé de que se sorprenden, los autónomos y pymes son de siempre las que han mantenido el tejido empresarial y las que dejan el dinero en el país, además de pagar unos impuestos que, en comparación con lo que pagan las grandes, resultan abusivos.