#33 Yo vivo en Torrelodones desde que tengo memoria, y desde que tengo memoria ha gobernado la más rancia de las castas del PPSOE (aunque sobretodo PP). En un pueblo de auténticos fachas como lo es éste, imaginad a qué límites tuvo que llegar la corrupción para que saliese elegido un partido alternativo. Baste decir que el anterior alcalde, Carlos Galbeño (PP) se paseaba por las calles como si fuese el mismísimo Fürer.
Dicho esto, el pueblo nunca ha estado mejor. Hace tan solo cuatro años la mayoría de las calles tenían unos socavones que podrías esperar encontrar en un país africano, pero desde luego no en uno europeo. Se realizan obras y mejoras en las que claramente se puede ver que su concepción ha partido de un único concepto, el sentido común.
No dejemos que nos sigan engañando, si queremos que se controle la deuda y la crisis (a todos los niveles) solamente es necesaria una fórmula, la honestidad de los dirigentes.
#8 No veo ningún arte marcial ahí, de hecho si el energúmeno ese hubiese tenido entrenamiento en artes marciales, probablemente la agresión hubiese sido mucho peor. Yo lo que veo es que le hace un molinillo más propio de una pelea de críos, este anormal no es más que un machaca de gimnasio.
Dicho esto, las artes marciales son deportes como cualquier otro y se enseñan a cualquiera que desee aprenderlas. Enseñanza que suele (y siempre debería) ir acompañada de la formación pertinente en lo referente a la responsabilidad y disciplina que implica saber emplear tu cuerpo como un arma. En general todo el que sabe artes marciales, tiene muy claro que salvo que sea inevitable lo que se aprende en un ring o tatami, es ahí donde debe quedarse.
#138 Me he leído todos los comentarios hasta aquí y no he visto que nadie (salvo puntuales excepciones) se alegre de lo que ha pasado. Creo que la mayoría de los comentarios son bastante comedidos y correctos. Lo único que se dice en general es que si asumes un riesgo como es dar a luz en casa las cosas se pueden torcer para desgracia de todos, pero sobre todo tuya.
#32 Si, pues los Ferrari también arden que da gusto, creo que es el 498 el que se convierte en una bonita barbacoa sin necesidad de hacer estupideces como la del caso que nos ocupa.
#40, #74 No creo que hoy en día nadie equipare nudismo con este tipo de prácticas, sería absurdo. El problema es que un ámbito nudista puede servir de escudo a estos personajes. Cuando se pide que las playas nudistas estén aisladas de las "familiares", no es porque se acuse a todos los nudistas de pedófilos si no por proteger a los menores de todas las posibles amenazas.
Que no se desee que los niños vean ciertas cosas no implica que no se respete el nudismo, creo yo.
#13 No creo que se pueda tachar de cobarde precisamente, ni a esta mujer ni a todos los que lucharon y sufrieron para que tú puedas estar cómodamente hoy, en el sillón de tu casa escribiendo tu "respetable" opinión.
#15 El nombre del autor es Jared Diamond, creo que te estás confundiendo con Marvin Harris, autor de "Vacas, cerdos, guerras y brujas", libro, por cierto, muy interesante y recomendable que también trata sobre antropología.
#10 En realidad cifrado es el término correcto ya que "encriptado" es una traducción libre que no existe en español. Si es correcto, sin embargo hablar de criptografía.
#35 Yo estuve presente en un accidente de tráfico a las puertas de un puesto de Cruz Roja (10 metros como máximo), el coche estaba volcado y en llamas. No solo fuimos incapaces de que saliese alguien a ayudar, sino que ni siquera nos dejaron un extintor, que finalmente obtuvimos de una casa que estaba al lado.
Dicho esto, el pueblo nunca ha estado mejor. Hace tan solo cuatro años la mayoría de las calles tenían unos socavones que podrías esperar encontrar en un país africano, pero desde luego no en uno europeo. Se realizan obras y mejoras en las que claramente se puede ver que su concepción ha partido de un único concepto, el sentido común.
No dejemos que nos sigan engañando, si queremos que se controle la deuda y la crisis (a todos los niveles) solamente es necesaria una fórmula, la honestidad de los dirigentes.