El problema no es ese, sino por qué se sigue fomentando la mediocridad y no la excelencia, o peor, por qué se negativiza todo lo que se salga de lo normal, lo que no sea el borreguismo.
Si estás en el colegio y sacas dieces sin esfuerzo (que por lo menos en mi época no era tan difícil), prepárate para que te llamen empollona y para que ningún niño quiera tirarte de las coletas, aunque seas sociable y tengas amigos.
Si estás en el instituto y sacas un libro del bolso para leer entre clase y clase, prepárate para ser el bicho raro y que la gente te mire como si hubieras sacado una bomba.
Si dices que no ves gran hermano, o la tele en general, o tele5 en particular, es que te crees muy listo por decir eso y seguro que mientes (escuchado de boca de un familiar en segundo grado de consanguinidad).
Si dices que nunca has votado pp-psoe, es que eres un perroflauta (?) y así va el país por gente sin responsabilidad como tú (?).
Si dices en cualquier ocasión, en el trabajo, con familia, con amigos, que te gusta escribir (o dibujar manga o la historia rusa, me da igual) en tus ratos libres, se hace un silencio incómodo y nadie te mira, como si hubieses dicho que eres bisexual o que te gusta que te metan palillos debajo de las uñas.
Ser mediocre no es malo, casi todo el mundo lo es. Lo malo es fomentar la mediocridad, el borreguismo, aplastar la cabeza del que se sale del rebaño, del que hace algo diferente, por pequeño que sea, como si esa diferencia fuese peligrosa, y apartarle por ello. No todo el mundo tiene la presencia de ánimo ni la personalidad suficiente para aguantar la continua desaprobación, sobre todo en la infancia y la adolescencia.
Si no fuera por esto, a mí me daría igual ser un país de mediocres. Si no quieres saber inglés, pues no lo aprendas. Si no quieres estudiar, no estudies. Mis padres no sabían inglés y no tuvieron estudios, tampoco leían a Kafka, y vivieron felices toda su vida, una vida simple y sencilla. Lo que odio de este país es al mediocre que quiere que todos los demás sean mediocres como él, los mediocres que premian a mediocres y apartan a los que son distintos. Por eso creo que este país está condenado.
El feminismo ha conseguido muchísimas cosas a lo largo de la historia que hoy parecen cosa hecha, como el sufragio femenino o que a una mujer no se la pueda meter en la cárcel (en España, no hay que emocionarse) por adulterio. La ley que penalizaba el adulterio se derogó en febrero del 78, hace cuatro días, como quien dice.
No nos quedemos con el palabro y sí con el significado, que es lo que cuenta. Si empezamos a retorcer el lenguaje porque nos suena mal ("es que es lo mismo que machismo pero al revés", etc.) daremos alas a toda la gente que se empeña en seguir diciendo "ellos y ellas", "todos y todas" y chorradas por el estilo, obviando la norma lingüística, y eso sí que no.
#45 como ha dicho #62 no hace falta tener éxito con los tíos para que te pasen las cosas de esa lista, y quizás muchísimas más, lo que pasa es que así como las "anécdotas" de este tipo que te pasan en la niñez se te quedan grabadas, las de adulta intentas olvidarlas, más que nada por supervivencia.
Si además resulta que estás buena o eres guapa, la vida se convierte en un puto infierno. Sobeteos en transportes públicos, en bares, en discotecas; sobeteos e insinuaciones por parte de profesores y gente mucho más mayor que tú en la que se supone que deberías poder confiar... lo peor es que además cuando era adolescente siempre pensaba que era yo, que había interpretado mal las cosas, e intentaba no tomármelo "a la tremenda". Cuando crecí me di cuenta de que algunas de aquellas situaciones eran asquerosas. Eso sin contar los comentarios desagradables por la calle (lo mejor es cuando te los hacen volviendo, por ejemplo, del entierro de tu madre); los imbéciles que te tratan como si fueras idiota por ser guapa, que se sorprenden de que tengas estudios (y encima te lo dicen)... es insoportable. Sobre todo en días malos.
Como ha dicho #75, al final acabas haciendo cosas para pasar inadvertida: cortarte el pelo, salir sin maquillar; lo que sea. Los días que no me apetece que me miren, que me observen ni que me hablen aunque sea para decirme guapa (esto normalemente no me molesta, pero es que hay veces que solo quiero salir a la calle y que nadie me hable si no es estrictamente necesario, tampoco es mucho pedir) me pongo los vaqueros más anchos que tengo, salgo con gafas, me oculto como sea. Pero me jode un huevo que tenga que sacrificar mi libertad (la libertad también está en pequeñas cosas como esas) para estar tranquila.
Y la chica que ha contado lo del tren o el metro, el tipo que la miraba fijamente jadeando, tiene toda la razón del mundo. Si el tren está vacío y se sientan a tu lado, mal rollo. Si además recorren vagones para hacerlo, peor. En una ocasión yo intenté "pasar" de un tipo que hizo eso, hasta que noté movimiento en mi costado (se sentó en el asiento de al lado, todo el tren vacío) y me di cuenta de que se estaba pajeando.
Siento el lenguaje, hay días que lo llevas peor y otros mejor, y este es de los primeros.
#14Y luego sale otro diciendo que el primero que tuvo era un 8086, sin disco duro, que iniciaba el ordenador con el disco de sistema puesto en A: ("hala, como si fuera un jailbreak tethered,¿no?"- responde algún noob).
#101 A mí me encantaba, pero era carísimo para mí entonces, valía cuarenta pelas.
#91, #96 tiene razón... no son los mismos, los drakis originales no son pandilla drakis, aunque se llamen igual. Yo también quiero que vuelvan
#10 Jo, las palmeras de bollo antiguas, qué buenas. Me comía una cada día en el recreo del instituto y no engordaba ni un gramo, mientras mis compañeras, que siempre estaban a dieta, se comían una manzana y miraban mi palmera con ojos de deseo... Ahora ya no puedo hacer eso, he engordado solo con leer los comentarios
Son ciertos los comentarios sobre los informativos de Antena3 y la Sexta, ya me había fijado varias veces. Incluso en alguna ocasión me había parecido que copiaban los mismos comentarios de las noticias, de eso no estaba muy segura, pero por lo que decís...
Hay que leer la noticia, niños, antes de comentar.
Aunque al leerla dan ganas de matar. No entiendo cómo no le han quitado la custodia de la niña ya; va a convertir a una pobre cría inocente en una adolescente y una adulta (si crece) llena de complejos y perturbada, como ella. Para mí esto es maltrato. Está modelando a una tarada.
Que para adoptar haya que pasar mil test (que me parece bien) y luego tipas como esta puedan tener hijos alegremente... la naturaleza es caprichosa.
Lo que más me ha llamado la atención de la entrevista/artículo, más que el titular (que como ha dicho alguien por ahí arriba, es algo que ya ha dicho muchas veces) es lo de que sus artículos son 'una especie de indignación contra la estupidez', que nunca ha pretendido que sus colaboraciones 'sean dogma' ni 'hacer proselitismo' con ellas.
Llevo leyendo los artículos de Pérez-Reverte más de la mitad de mi vida, desde que tenía catorce o quince años y no le conocía nadie (decías que te gustaba leerle y la gente, como no sabía quién era, te consideraba culta; ahora hay muchos que te desprecian si dices eso, es curioso). Recuerdo bastantes artículos de los primeros que leí porque me abrieron la puerta al mundo, al pensamiento crítico; en un tiempo en el que no había internet, era refrescante leer algo distinto a todo lo que poblaba los medios de comunicación tradicionales (los únicos que había entonces). Recuerdo una mañana de domingo y playa con mis padres, con dieciséis años, leyendo un artículo titulado "Señor Presidente", que era una carta abierta a Felipe González; una de las pocas críticas razonadas entre el ruido de aquella época. En mi casa Felipe González era un dios, y de repente empecé a plantearme que, tal vez, las cosas no eran como me las contaban.
Todo este rollo viene a que cada vez que sale un artículo de Arturo la gente se le lanza al cuello, pero realmente solo es una opinión. A ver si me explico: nunca ha pretendido sentar cátedra con nada. Decirle a nadie lo que tiene que pensar. A lo largo de todos estos años, casi veinte, que llevo leyéndole, he estado de acuerdo con él en muchas cosas, en desacuerdo en otras, pero sus artículos me ayudaron a desarrollar un pensamiento crítico, a ver más allá de las superficie, algo que creo que está por encima de si estás de acuerdo con lo que dice o no.
Por eso no entiendo que a veces se monten los pollos que se montan cuando publica algún artículo polémico. Es solo una opinión, su opinión, su desahogo. No es un dogma ni pretende adoctrinar. A veces a la gente se le olvida eso.
Perdón por la chapa. Soy nueva y todavía me salen comentarios demasiado largos
#24 y #25 Si no sabéis ni quién era, ¿para qué comentáis? Dejad de llenar con vuestra ignorancia esta página. Hay otras (forocoches, al fondo a la derecha) donde vuestro "punto de vista" será mucho más apreciado, y no haréis perder el tiempo a la gente que no tiene más remedio que pasar la vista por vuestros comentarios antes de que se queden definitivamente en gris (no creo que les quede mucho).
De todos modos yo me alegro de no haber tenido internet ni teléfono móvil hasta los veintiuno (cuando salí de la universidad). Me alegro de pertenecer a una generación (quizás la última) que disfrutó de la adolescencia en libertad, sin padres llamando al móvil cada cinco minutos. Tenía una hora de llegada a casa, pero hasta esa hora nadie sabía dónde estaba o qué hacía (afortunadamente). Sin twitter, sin facebook, sin correo electrónico; saltando sobre el teléfono fijo cada vez que sonaba por si era el chico que me gustaba. Las cartas en verano que me mantenían unida a mis amigos mientras estaba de vacaciones en "el pueblo", las llamadas eternas desde cabinas de teléfonos... El progreso es inevitable, y casi siempre es bueno, pero creo que haber vivido en las dos épocas da cierta perspectiva, ayuda a mantener los pies en el suelo, a no dejarlo todo en manos de las máquinas: la amistad, el amor, el dinero. Siempre es bueno llevar encima una agenda de teléfonos física, diez euros en el bolsillo, monedas sueltas, una libreta y un lápiz. Algo tan simple como eso te puede salvar en un momento dado.
Bueno, que me enrollo. Resumiendo: que cuando palmo yo, también me alegro. A veces está bien que nos recuerden que no somos solo bits.
#43 Ya, pero la mujer que viene del futuro no se ríe en tu cara ni intenta venderte que cuando eres joven y hay cerveza todo es guay y no necesitas cobrar ni nada, porque con ser joven ya es suficiente; ya eres feliz.
#30 De "ole sus santos cojones" nada, y me da igual que sea una empresa privada. Es nuestro mercado laboral y hay que luchar para que cambie evitando el tipo de cosas que describe el artículo.
A ver si llega el día en que no encuentren ni una persona dispuesta a trabajar gratis, ni en El Bulli ni en estudios de arquitectura ni en ningún sitio.
#36 Una cosa es estudiar y otra cosa es trabajar. Cuando pagas una universidad privada pagas para aprender, para que te enseñen, pero no aportas nada, todo va en una dirección. En este artículo se habla de gente que trabaja. Aprenderán sobre la marcha, pero es un trabajo. Y es distinto.
#11 No se critica el trabajo, se critica el trabajo gratis. No ves poco gusto por el trabajo, ves poco gusto por el trabajo gratis.
Para mí trabajar catorce horas por cama y comida (una al día, no olvidemos) sí es esclavitud, por más que sea voluntaria (faltaría más). Todos los trabajos tienen que ser remunerados, más o menos, según la experiencia y lo que aporte cada persona, pero si alguien está prestando un servicio, ese servicio debe pagarse. Vale, aprenderán mucho en El Bulli y luego podrán irse a trabajar donde quieran, pero es que también están trabajando en El Bulli. ¿O es que no aportan nada?
No sé, creo que el artículo tiene razón cuando dice que el fin no justifica los medios.
#7 Buf... el comentario de la librería parece ser un guiño para que sepamos que se refiere a la Sinde, pero podría ser la Pajín.
Lo triste es que podría ser cualquiera.
#81 ireneadler1978 
