Digo yo que, puestos a usar diferentes criterios, el primero debería ser la ruta más segura. Igual una comarcal de doble sentido es más eficiente en cuanto a consumo, pero no necesariamente en cuanto a accidentes.
El teletrabajo beneficia a ambas partes, a la empresa por lo que ahorra en puestos de trabajo y al trabajador por desplazamientos y otros (comida...). Si obligamos a que la empresa además bonifique al trabajador, lo que se hace es desincentivar en un momento en el que precisamente hay que incentivar, gracias a la inercia que se ha cogido con el coronavirus.
Pero claro, el teletrabajo disminuye el gasto, y por tanto la recaudación, y eso al Gobierno igual no le gusta...
Lo que implica que, en el fondo, todos nosotros siempre hemos sabido que comer carne nunca ha sido realmente bueno, tampoco hacía falta que llegara la OMS para recordárnoslo.