#4 Toda la razón, pero entonces, quizá, deberíamos luchar más porque todo el mundo tenga las mismas oportunidades, que no por coartar la libertad del que no quiere jugar al juego con estas reglas.
#15 Esa es tu opinión y es totalmente respetable. La suya parece ser otra.
Y la mía, personalmente, después de haber trabajado en algunas ONG´s famosas, es la misma que parece tener este señor. Yo pagaría un 75% de iva antes de dar 1€ a una ONG.
No soy en absoluto defensor de este señor que considero un cuñao, pero vamos, tergiversar sus palabras cuando creo que lo explica claramente en el vídeo.
Él ha vendido un producto y es plenamente consciente. Lo único que parece es que no esperaba tanto dinero. Ese producto tributa un 21% de iva, de lo cual, también es consciente y lo dice en el vídeo.
Lo que dice en el vídeo es que todo el dinero recibido -21% de iva lo tiene que gastar antes de que termine el ejercicio, es decir, el año, y estamos en noviembre. El dinero que no se gaste computará como beneficios en su propia empresa, lo que le haría pagar más impuestos (que se deducirían de esas donaciones, evidentemente, no creo que sea tonto).
Para evitar que del dinero se deduzca los impuestos por beneficios, tiene que gastar todo ese dinero antes de fin de año. Esto es algo sumamente fácil (precio de motobomba / dinero recaudado = X motobombas) y problema resuelto, pero una persona sensata, querrá que las donaciones lleguen y ayuden a las personas con lo que necesitan.
Para que esto ocurra, hay que gestionar el dinero y comprar muchas cosas diferentes para muchas zonas y personas diferentes, y esto no es algo fácil ni que se haga en un día. Por lo tanto, ha parado las donaciones hasta gastarse (bien) el dinero donado.
Una vez gastado, si esto ocurre, volverá a abrir las donaciones.
Creo que es bastante fácil de entender.
Lo que se puede criticar es por qué no se lo da a una ONG y se quita de líos (cada uno tendrá su opinión al respecto) o el tema de dar las donaciones en función de los likes en un video (que me parece grotesco).
#63 El sesgo creo que es irresoluble, porque al final el argumento de quien accede o no lo establece una persona o un grupo en función de unos criterios y no otros.
Según me parece entender por tu comentario, consideras que en bomberos no habría que haber distinción, porque es más físico, y en policia si, porque es menos físico y las cualidades de una mujer son también apreciables.
Para empezar y sin acritud, es una visión simplista de la labor que realiza cada cuerpo (y lo digo desde dentro), pero por no alargar el comentario no entraré ahí.
El quid es que, para algunos, el argumento para decidir quien debe entrar o no se basa en el esfuerzo, y eso es un error. Es cierto que el esfuerzo es un buen predictor del desempeño y su vinculación con la labor del trabajador a corto y medio plazo, pero si ese es el objetivo a medir, debería medirse de una forma más objetiva.
Lo que se mide en las pruebas físicas es la capacidad para superar la formación y para desempeñar una cierta labor en un entorno laboral presumiblemente exigente a nivel físico, y ese entorno, es el mismo para hombres y mujeres.
Si consideramos cierta tu afirmación de que los cuerpos policiales son menos exigentes, o menos importante la forma física, se deberían rebajar o eliminar los requisitos para todas las personas, y no solo para un grupo.
Si queremos favorecer que ciertos colectivos consigan las marcas exigibles, lo correcto no es rebajar esas marcas. Si usamos ese argumento, también deberíamos considerar poner exámenes teóricos más fáciles para personas que han tenido menor acceso a la educación, o para el que no tuvo unos padres detrás que lo mantuvieron durante la oposición y tuvo que trabajar, teniendo menos horas de estudio.
¿Porque no se hace un genético para bajarle la exigencia a un hombre que tiene menor masa muscular que otro por genética? Al fin y al cabo, el argumento es el mismo.
El empleado público, es pagado por todos, y la gran mayoría no quiere pagar a alguien porque su ilusión es tener un determinado puesto de trabajo, la mayoría quiere pagar por eficiencia. Un empresario contratará al candidato más capaz, que más trabajo le haga y que mejor lo haga. Poco le importará a este si vino de una familia adinerada que le pago las mejores universidades, si estudió en la pública o tuvo que trabajar para costearse los estudios. Lo medirá, mejor o peor, pero en términos predictores de eficiencia.