#12 Y bueno, que spammear es repetir muchas veces el mismo contenido en un sitio, vamos, ser un pesado. Es la primera vez que comparto este video aquí, no seamos robots, por favor
#12 Y bueno, que spammear es repetir muchas veces el mismo contenido en un sitio, vamos, ser un pesado. Es la primera vez que comparto este video aquí, no seamos robots, por favor
#12 En algunos lares lo llamamos compartir. El contenido no crece del suelo, lo hace gente
#1 No se si estoy respondiendo a un bot, pero me arriesgo. Esto no es puto spam, pesao. El contenido de mi articulo es video, no texto, cuando meneame incorpore un editor de video online lo hare de forma nativa, hasta entonces, no me queda otra que compartir el contenido así
#8 No lo he jugado, pero ya sufro sólo con ver gameplays jaja
#2 Cuánta razon
Estrategia, lucha, RPG, plataformas, aventura, FPS... el Infierno cabe en todos los géneros y todos los géneros caben en el Infierno, desde franquicias clásicas como Doom o Diablo hasta indies desenfrenados como Seum o Cuphead, pasando por delicias gore como Dante's Inferno o el reciente Agony, que aterrizará en nuestras tiendas de forma inminente. Este vídeo muestra una selección de las 20 mejores reimaginaciones del infierno en videojuegos.
#1 Pero no te quedes en la superficie del título, hombre, el artículo está bastante bien
Me meo, putos buitres de youtube, hay cada empresa fantasma por ahí denunciado un copyright que no tienen....
Si la literatura es la madre del cine, la que amamantó su narrativa hasta que al fin pudo dar sus primeros pasos, la pintura es, sin lugar a dudas, su padre. Juntos dieron fondo y forma al celuloide, pero esa relación, lejos de morir en cuanto el medio alcanzó cierta independencia, se ha mantenido como tributo.En muchos casos no queda sólo en la inspiración de una determinada corriente artística o de un estilo particular, van un paso más allá de la referencia. Existe una expresión francesa para definir la representación escénica de una obra pictórica usando actores y atrezo: Tableau vivant.Este vídeo acerca al público las recreaciones artísticas, los tableaux vivants, que cineastas de renombre como William Friedkin, Wes Craven, Murnau, Ken Russell, Michele Soavi, Dario Argento, Alfred Hitchcock, Ridley Scott, Lucio Fulci, David Lynch, Tarsem Singh o William Malone, entre otros muchos, han realizado para la gran pantalla, en concreto, para películas de terror, a partir de obras maestras de Dali, Ernst, Magritte, Giger, Beksinski, Hopper, Goya, Fuseli, Böcklin, Bacon, Munch y un largo etcétera de genios de la pintura.
El artículo da muchas pinceladas de verdad, pero no estoy del todo de acuerdo con que parte del fiasco se deba a que los personajes de DC sean tan populares que no se permiten modificarlos. Sólo hay que ver a Batman, que ha pasado por una batidora de visiones personales, de lo pulp a lo sobrio, pasando por el goticismo, el kitsch y el realismo. Por lo demás, bastante de acuerdo.
Fincher tiene un ojo insuperable para retratar psicópatas, sea cine o televisión, es muy difícil de superar
Excelente película, un must para cualquiera que se precie como cinéfilo (sepa o no lo que es una cabina de teléfonos)
Excelente artículo Jorge, como siempre. Tomo nota de algunas que me faltan por ver.
#3 Sí, en el caso de las adaptaciones suele ser como dices hemosvisto, a poder ser, sea malo o bueno, mejor el libro primero, y ya después la película. Hay muchísimas adaptaciones que superan a sus fuentes literarias en calidad (lo que no quita que les deban buena parte de su éxito), directores que saben profundizar más y mejor en la historia que sus propios escritores, pero bueno, hay de todo. Los libros que salen en el vídeo del articulo difícilmente podrán ser leídos, jeje
#1 Explica, porfa. ¿Por qué el vídeo impide leer? Cosa con la que estoy de acuerdo, leer es sano y divertido, pero no entiendo bien en contra de qué estás.
Es bien sabido (y oído) que la música clásica le sienta como anillo al dedo al cine de terror. Hay piezas populares que resultan sobrecogedoras de por sí, sin necesidad de refuerzos visuales, como En el salón del rey de la montaña de Grieg, Una noche en el monte pelado de Mussorgsky, las Valquirias de Wagner, Danza macabra de Camille Saint-Saëns, Tocata y Fuga de Bach o el O Fortuna del Carmina Burana, por mentar varios de los ejemplos más sonados. Menos atronador, pero siniestro a su manera, el Claro de luna de Beethoven también evoca oscuridad y muerte desde la melancolía de sus notas. Todas ellas han sido trasladadas al cine en repetidas ocasiones para vestir atmósferas aterradoras.Sin embargo, si hubiese que escoger una partitura clásica por su constancia en las bandas sonoras de género, sería la del Dies Irae, sin lugar a dudas. Si el mentado clásico de Mussorgsky acompaña a Freddy Krueger en una de sus esperpénticas escenografías en Pesadilla en Elm Street 6 (Freddy's Dead, 1991), el Dies Irae introduce en repetidas ocasiones a su adversario directo, Jason Voorhees, en varias de sus películas.Reconocemos al instante este canto en latín de autoría dudosa en los créditos iniciales de El Resplandor(The Shining, 1980), pasado por el sintetizador de Wendy Carlos, pero son muchos sus cameos en el cine de terror, explícitos o sutiles, como podréis comprobar en este vídeo.
¿Peli o libro? ¿Por qué no ambos? La relación entre el cine y la literatura es estrecha y tan antigua como los orígenes del séptimo arte. Una relación de amor-odio, de cortesías e intereses, vamos, como cualquier relación. Pero este artículo no trata sobre adaptaciones literarias a la gran (y pequeña) pantalla, ni siquiera sobre libros reales; con los años, el cine ha construido su propia biblioteca, y no es casual que la mayor parte de sus estantes soporte el peso de un género concreto. Debemos a la literatura buena parte de los iconos terroríficos que arraigan en la cultura popular: Drácula, el monstruo de Frankenstein, el hombre invisible, el fantasma de la ópera, Cthulhu, Norman Bates, Pinhead, Pennywise, Barlow... los libros han sido un caldo inagotable de sordidez para el cine, parece justo que muchos autores rindan tributo a esa magia evocadora creando sus propios grimorios, sus propias fuentes de maldad. El poder de la palabra escrita se vuelve literal y material en películas como Posesión infernal (The Evil Dead, 1981), La cabaña del bosque (The Cabin in the Woods, 2012), Warlock (1989), Ghoulies (1985), La novena puerta (The Ninth Gate, 1999), En la boca del miedo (In the Mouth of Madness, 1994), Death Note (saga), Demons (1985) o El laberinto del fauno (2006), sólo por citar unas pocas de las 70 películas que conforman este vídeo. La estrella de este carrusel de grimorios, libros de hechizos, cuadernos mortales y manuscritos prohibidos no podía ser otro que el infame Necronomicon, el libro ficticio creado por H.P. Lovecraft repartido en distintas cintas con distintas encuadernaciones. Sea para invocar a dioses crueles, aniquilar personas, resucitar muertos o abrir portales a otras dimensiones, bienvenida sea por siempre la unión del papel y el celuloide.
#46 Sí, esos también, que es bastante peor
La gente se ofende tanto porque le falta vocabulario para expresar sus sentimientos y pensamientos, que a menudo son otros.
#44 estan esos y luego estan los que dicen ser ofendidos para sacar redito del tema, que son demasiados.
#44 No solo vocabulario, argumentación, conocimiento, razonamiento y lo principal se debe a que no están acostumbrados a que se les lleve la contraria, son incapaces de sentir empatía por otro razonamiento, ponerse en la piel de otro y verlo desde su punto de vista. Gente que piensa que siempre tiene la razón, ya sea porque siempre se la han dado o porque siempre se posiciona con el pensamiento mayoritario.
#1 Efectivamente, y versionado de forma espectacular
#6 jajaj, ya, en la deformación que le hemos dado a bizarre
Es bien sabido (y oído) que la música clásica le sienta como anillo al dedo al cine de terror. Hay piezas populares que resultan sobrecogedoras de por sí, sin necesidad de refuerzos visuales, como En el salón del rey de la montaña de Grieg, Una noche en el monte pelado de Mussorgsky, las Valquirias de Wagner, Danza macabra de Camille Saint-Saëns, Tocata y Fuga de Bach o el O Fortuna del Carmina Burana, por mentar varios de los ejemplos más sonados. Menos atronador, pero siniestro a su manera, el Claro de luna de Beethoven también evoca oscuridad y muerte desde la melancolía de sus notas. Todas ellas han sido trasladadas al cine en repetidas ocasiones para vestir atmósferas aterradoras.Sin embargo, si hubiese que escoger una partitura clásica por su constancia en las bandas sonoras de género, sería la del Dies Irae, sin lugar a dudas. Si el mentado clásico de Mussorgsky acompaña a Freddy Krueger en una de sus esperpénticas escenografías en Pesadilla en Elm Street 6 (Freddy's Dead, 1991), el Dies Irae introduce en repetidas ocasiones a su adversario directo, Jason Voorhees, en varias de sus películas. Reconocemos al instante este canto en latín de autoría dudosa en los créditos iniciales de El Resplandor (The Shining, 1980), pasado por el sintetizador de Wendy Carlos, pero son muchos sus cameos en el cine de terror, explícitos o sutiles, como podréis comprobar en este vídeo.
Get Out es buena, pero sin más, a los medios se les fue la mano un pelín con la forma de promocionarla, sobre todo por la confusión a la hora de asignarle un tono. Lo de nominarla a comedia y musical fue de traca, a ver si en esta se decanta decididamente hacia el terror (aunque eso le cierre la puerta a los oscars y cia)
#15 No seas un puto algoritmo, por favor