No cabe duda que no piensa igual el que nace en una choza que el que nace en un palacio. La sociedad es culpable hasta cierto punto de lo que el individuo es, pero en último lugar la capacidad de elección radica en el individuo. Como decía el filósofo: Estamos condenados a ser libres. Esto indica capacidad de elección: las drogas o intentar buscarme la vida honradamente, pegar palizas o intentar estudiar, lucir mes cicatrices de la cárcel o buscar los medios para salir del barrio maarginal en el que estoy. Cierto es que se presenta difícil para aquel que no siga las "normas" impuestas por los capos del barrio, pero tampoco caigamos en el error de diluir la responsabilidad individual en el todo complejo de lo social. Naci en un barrio humilde, obrero, pobre, muchos de mis antiguos compañeros de colegio han sucumbido a las drogas y han pasado por la cárcel. Yo no elegí ese camino, todos teníamos las mismas opciones, nuestras familias eran trabajadoras, la droga llamaba a la juventud y unos quisieron tomar ese camino y otros no, todo se debe a una elección.
Lo primero que hay que hacer es regular el sueldo de los políticos, la duplicidad de cargos, el sueldo de los alcaldes en relación al nivel económico del municipio, no el que ellos estimen por su propia voluntad; acabar con tarjetas visa, grandes dietas y subvenciones cuantiosas a sindicatos, partidos y patronales. A partir de ahí, comencemos a hablar.