#5#12#18#21 Es el clásico movimento "ascendente desplazante" (el caso de Clos, exalcalde de Barcelona con su paso fugaz por el ministerio de indústria es un ejemplo clásico)
#6 me pasaba la comida aguantándome las ganas de que llegase el postre. ¡Qué bandejas de fruta! Y entre ellas, la estrella, el moco blanco, el durián! Quizá me hubiese gustado menos de conocer lo de la peste exterior, pero narices que no huelen, estómago que se asienta.
No está el durián, increíblemente cremoso y dulce. Su aspecto blanquecino o amarillento produce a los que lo vemos por primera vez cierta repugnancia, pero si te atreves a probarlo lo echarás de menos el resto de la vida. Porque, que yo sepa, en España no hay posibilidades de encontrarlo.
Leche, #3, te me has adelantado!! No huele a podrido, por lo menos en Malasia, pelada y cuando te la ponían en la mesa, que es donde yo me hice adicto. Era algo realmente exquisito. No sé si todas juntas en el mercado pueda ser otra cosa.
#4 Fea. Horrible. Rosell podía haberse buscado las castañas y hacerlo bien, que el Barça levanta una piedra y le salen patrocinadores a matarse, y más en esta época que no hay quien tosa a un culé. Vivo en Madrid y oyes, estoy de tranquilo.
#6 Si tienes que tomar una decisión como cargo público se llama cohecho impropio, pregúntale a Camps, que sabe un rato de esto.
Y si eres periodista, se llama venderse, más o menos caro en función de lo que te regalen y de lo que hagas a su favor, pudiendo llegar a compararse con el trabajo más antiguo del mundo.
#8 Pues lo cierto es que a mí no me importaría que saliese Legolas, y en realidad tendría sentido. Legolas es el hijo del rey del Bosque Negro, que sí que aparece mucho en el libro. Lo que pasa es que cuando Tolkien escribió el hobbit, todavía no le había puesto nombre a dicho personaje (Legolas), pero yo creo que una aparición cortita no desentonaría para nada. Haría más fácil relacionar al Legolas de la trilogía con los elfos del bosque de El Hobbit.
#7 Yo ya me he leído los 4 que hay publicados en castellano, y la verdad, es una saga que engancha bastante.
A ver si el Martin no se nos muere antes de acabar los que le quedan (en teoría son 7 libros)