¿Gobierno mundial? ¿Pero estamos locos o qué? Precisamente toda esta movida ha venido de las políticas erróneas de los gobiernos. El primer capítulo intenta dejar claras las causas, pero para mí no lo hace correctamente. La culpa de la crisis la tiene la inflación, esto es, el aumento de la cantidad de dinero en circulación. La mayor parte proviene del privilegio que los gobiernos conceden a la banca de poder apropiarse del dinero depositado por los clientes para prestarlo (coeficiente de caja, en la UE 2% pueden apropiarse hasta del 98% de tu dinero, ¿lo sabías?). Esto a escala planetaria produce una inflación tremenda que conduce a una mala inversión generalizada de los recursos, normalmente subiendo los precios, terminando en crisis y paro al ver que ya no se puede seguir haciendo lo mismo. En cada país se plasma en burbujas según su cultura de inversión. El sistema de bancos centrales, moneda de curso forzoso y demás en realidad es puro socialismo de control central, lo que es curioso que se culpe luego al capitalismo. Capitalismo no es más que mercadeo, intercambio voluntario respetando el derecho donde ambas partes salen ganando. Si no se respetan los derechos, como el de propiedad que es saltado a la torera con el coeficiente de caja, pues pasan estas cosas. Hace ya más de 50 años que los teóricos de la Escuela Austríaca de Economía analizaron el problema científicamente, revelando las contradicciones de otras teorías como la monetarista y la keynesiana. Revelaron el teorema de la imposibilidad del socialismo, que viene a decir que es imposible organizar la sociedad desde arriba. Por eso no hay que pedir nadie arriba, si no que haya un marco de convivencia pacífico y que luego cada uno se organice con los demás (no muy diferente a como hacemos ahora, simplemente comprando). En un sistema de mercado libre no intervenido teóricamente no hay paro (una bendición). Esto es lo que debería conocerse ampliamente y sin embargo no se publicita, posiblemente por los intereses creados, porque no interesa educar a la población para que sea más fácil dominarla estando aborregada.