Conozco a la perfección a El Corte Inglés, mi abuelo que ha fallecido hace poco fué, junto a otro dibujante, el creador del logotipo, el triángulo verde más universal, se apellidaba Iturralde y era un hombre bueno, un genio explotado en el desaparecido departamento de artística en la calle Señores de Luzón en Madrid.
No digo que sean tiranos, tampoco digo que sean mafiosos, porque no son ninguna de las dos cosas, a pesar de que jamás se reconoció la labor de mi abuelo y sus compañeros que dibujaban con rotuladores el éxito publicitario y de imagen, pieza clave de su éxito.
Digo que son tiburones en un mercado libre que crean puestos de trabajo y dan de comer a muchas familias con un sistema hermético basado en la autosuficiencia. No consideran importantes las historias personales de sus trabajadores, ¿y qué empresa lo hace?,y gracias a ello vuelcan toda su energía en su Dios, El Corte Inglés.
Dar una vuelta por Hermosilla 111, es una lección de realismo y practicismo, allí está el alto mando cuidando con esmero los fiables motores diésel que mueven la enorme máquina carente de cualquier lujo, pero que, a diferencia del Titanic, este no se hundirá por un iceberg. Cuando llegue ese momento, porque todo llega, se irá al fondo del mar arrastrado por su hedonismo, ya que si bien hasta ahora las personas no cuentan, pronto eso cambiará y una empresa sin valores humanos no sobrevivirá a la sociedad que el mundo persigue y se merece.
Conozco a la perfección a El Corte Inglés, mi abuelo que ha fallecido hace poco fue junto a otro dibujante el creador del logotipo, el triangulo verde más universal, se apellidaba Iturralde y era un hombre bueno un genio explotado en el desaparecido departamento de artística en la calle Señores de Luzón en Madrid.
No digo que sean tiranos, tampoco digo que sean mafiosos, porque no son ninguna de las dos cosas, a pesar de que jamás se reconoció la labor de mi abuelo y sus compañeros que dibujaban con rotuladores el éxito publicitario y de imagen, pieza clave de su éxito.
Digo que son tiburones en un mercado libre que crean puestos de trabajo y dan de comer a muchas familias con un sistema hermético basado en la autosuficiencia. No consideran importantes las historias personales de sus trabajadores, ¿y qué empresa lo hace?,y gracias a ello vuelcan toda su energía en su Dios, El Corte Inglés.
Dar una vuelta por Hermosilla 111, es una lección de realismo y practicismo, allí está el alto mando cuidando con esmero los fiables motores diésel que mueven la enorme máquina carente de cualquier lujo, pero a diferencia del Titanic este no se hundirá por un iceberg, cuando llegue ese momento, porque todo llega, se ira al fondo del mar arrastrado por su hedonismo, ya que si bien hasta ahora las personas no cuentan, pronto eso cambiará y una empresa sin valores humanos no sobrevivirá a la sociedad que el mundo se merece.
Si esto va a ser un buzón de sugerencias, envío la mia: hacer un meneame con noticias individuales, es decir acontecimientos que día a día nos suceden y que si lo contaramos a modo de noticia pueden ayudar a conocer: fraudes, gazapos imperdonables, situaciones denunciables, abusos, hechos anecdóticos, etc..