Imaginaros que «el sistema» es un tablero de ajedrez, con sus reglas, más o menos justas, y que más o menos se respetan durante el juego. Al fin y al cabo lo que conocemos como «sistema político», «sistema económico», «sistema social» o simplemente «sistema» no es más que un conjunto de reglas, más o menos justas, y que más o menos se respetan.
Supongamos que vuestro argumento es que el «sistema» definido por el ajedrez no es justo, porque por ejemplo pone al peón en el escalafón más débil, sin equidad con el resto de piezas del juego. Además, resulta que os habéis dado cuenta de que las otras piezas del juego hacen trampas cuando nadie las mira, e incluso en el peor de los casos, con la complicidad del árbitro.
Pero es el juego en el que estáis. En este momento no hay otro. Y vosotros, como yo, y como prácticamente cualquiera, no somos más que el resto de los peones del tablero.
Es posible que tengáis razón, que haya que cambiar las reglas del juego, e incluso el juego en sí mismo. Pero, ¿qué opción es el abstencionismo? Las reglas que definen el juego se aplican, paséis el turno o no.
Sólo hay dos opciones realistas:
1.- Intentar jugar entre los peones con la mayor habilidad e inteligencia posible para lograr llegar al límite del tablero en el bando contrario y promocionar a lo que se desee para corregir las desigualdades sobre el tablero.
2.- Tirar el tablero de juego y elegir o definir otro tipo de juego.
Al fin y al cabo si como peón te quedas a un lado dejando pasar el juego, éste seguirá. Y lo que es peor, te atrapará tarde o temprano.
Así pues, y volviendo a la realidad del «sistema», las opciones son participar con la mayor habilidad e inteligencia posible para poder cambiarlo y corregirlo dentro de sus propias reglas, o destruirlo y elegir o crear otro nuevo.
Puedo entender a quien dice no ver una opción en participar. En serio. Pero entonces, ¿qué se propone hacer? ¿Quedarse a un lado mirando? Porque, ¿qué es eso del abstencionismo activo? ¿Negarse a pagar impuestos? Supongo que entonces también será negarse a participar en todo lo que tenga que ver con el «sistema», ¿verdad? ¿O sólo con lo que molesta?
Insisto, hay dos vías: la participativa y la revolucionaria. La vía pasiva no sirve de nada.
Imaginaros que «el sistema» es un tablero de ajedrez, con sus reglas, más o menos justas, y que más o menos se respetan durante el juego. Al fin y al cabo lo que conocemos como «sistema político», «sistema económico», «sistema social» o simplemente «sistema» no es más que un conjunto de reglas, más o menos justas, y que más o menos se respetan.
Supongamos que vuestro argumento es que el «sistema» definido por el ajedrez no es justo, porque por ejemplo pone al peón en el escalafón más débil, sin equidad con el resto de piezas del juego. Además, resulta que os habéis dado cuenta de que las otras piezas del juego hacen trampas cuando nadie las mira, e incluso en el peor de los casos, con la complicidad del árbitro.
Pero es el juego en el que estáis. En este momento no hay otro. Y vosotros, como yo, y como prácticamente cualquiera, no somos más que el resto de los peones del tablero.
Es posible que tengáis razón, que haya que cambiar las reglas del juego, e incluso el juego en sí mismo. Pero, ¿qué opción es el abstencionismo? Las reglas que definen el juego se aplican, paséis el turno o no.
Sólo hay dos opciones realistas:
1.- Intentar jugar entre los peones con la mayor habilidad e inteligencia posible para lograr llegar al límite del tablero en el bando contrario y promocionar a lo que se desee para corregir las desigualdades sobre el tablero.
2.- Tirar el tablero de juego y elegir o definir otro tipo de juego.
Al fin y al cabo si como peón te quedas a un lado dejando pasar el juego, éste seguirá. Y lo que es peor, te atrapará tarde o temprano.
Así pues, y volviendo a la realidad del «sistema», las opciones son participar con la mayor habilidad e inteligencia posible para poder cambiarlo y corregirlo dentro de sus propias reglas, o destruirlo y elegir o crear otro nuevo.
Puedo entender a quien dice no ver una opción en participar. En serio. Pero entonces, ¿qué se propone hacer? ¿Quedarse a un lado mirando? Porque, ¿qué es eso del abstencionismo activo? ¿Negarse a pagar impuestos? Supongo que entonces también será negarse a participar en todo lo que tenga que ver con el «sistema», ¿verdad? ¿O sólo con lo que molesta?
Insisto, hay dos vías: la participativa y la revolucionaria. La vía pasiva no sirve de nada.