Imagínate que yo estoy encolando una tabla y, cuando termino, me pongo a restregarte la brocha por el pelo. Tú te enfadas; yo te digo: no pasa nada, hombre, que la cola esa se va con agua.
Pues eso. Con el agravante de que las tías solemos tener el pelo largo y no veas el coñazo que es lavarlo, acondicionarlo, peinarlo, secarlo... para que vengas tú a hacer la gracia
#7 Volver locas no, pero o mi grupo de amigas somos unas guarras, o es mas comun de lo que crees disfrutar con el morbo de la situacion. Obviamente, placer no provoca ninguno, pero morbo puede provocar bastante.
#10 Ves... ahí ya si que entramos en terreno peligroso. Por dios, dejad nuestro pelo tranquilo!!!