La actitud de un piquete que coarta la libertad de acudir al puesto de trabajo es exactamente igual que la actitud de un empresario que coarta el derecho a huelga.
Después que digan lo que quieran unos y otros, pero al final son lo mismo. Se valen del miedo y del insulto para conseguir sus fines.
#2 Tienes razón, pero olvidas que cada vez hay más ayuntamientos que implantan sistemas de telegestión y que permite modificar los parámetros de encendido y apagado de las farolas desde un ordenador con el software adecuado. No digo que sea este el caso, pero si que puede darse.