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A lo mejor viene bien algo de autocrítica para tratar de entender que es inadmisible que no nos hayamos movilizado en 4 años atroces. Hicimos una política para evitar que el de enfrente no se asustara. Y ahora el de enfrente se ríe en nuestra cara. Y con toda la razón.
Que sí, que estamos rodeados de ignorantes. Pero a lo mejor nosotros también nos hemos comportado como tales. Una sonrisa no cambia nada.
El cielo no se asalta en Twitter, ni en Facebook, el cielo no se asalta en la Sexta, el cielo no se asalta con una sonrisa. El cielo se asalta en la calle.
El buenismo, la transversalidad interideológica, la asimilación intolerable de que es bueno huir de la ideología.Graves errores.
El PP puso las reglas en un campo lleno de minas. Creímos que podíamos ganar rechazando nuestra esencia. Repito: somos culpables.
Frente al inmovilismo, la ignorancia, la corrupción aceptada, la falta de conciencia de clase...una sonrisa. Y creímos que ganaríamos. Los valores, el motor del cambio, es aquello en lo que creemos. No una adaptación descafeinada mainstream de lo que deberíamos defender para que los de enfrente no se escandalizaran. El sinónimo de la rabia, de la lucha, del cambio, de la indignación...una sonrisa. Si es que somos una panda de crédulos y gilipollas.
Yo el que mas.
A las calles, coño, la revolución empieza ahí, con educación, con didáctica, haciendo entender que el problema es sistémico y no sólo político. De abajo a arriba y no de arriba a abajo como muchos hemos creído. Y en ese cambio Podemos es pieza imprescindible, pero un Podemos que haya aprendido de los errores, un Podemos que vuelva a recordar que el cambio es esencial y primordialmente la gente, no sólo para representarla, sino para incluirla.
Ya basta de avergonzarse de lo que se es. Nos obsesionamos con botar a Rajoy y olvidamos que el problema es social, es cultural, es educativo, es económico, es sistémico, por encima de político.
Vamos a ganarnos el país no con versiones edulcoradas de lo que parecemos ser, sino con la verdad y el orgullo por delante, carajo.
Consejo: si un día empiezan a pasar cosas raras en el curro empieza a guardar correos, skypes y lo que puedas. Y si grabas conversaciones y llamadas, mejor que mejor.
Son muy chulos y muy tontos. No sabes cuando van a soltar la bocachanclada que les hunda.
A lo mejor viene bien algo de autocrítica para tratar de entender que es inadmisible que no nos hayamos movilizado en 4 años atroces. Hicimos una política para evitar que el de enfrente no se asustara. Y ahora el de enfrente se ríe en nuestra cara. Y con toda la razón.
Que sí, que estamos rodeados de ignorantes. Pero a lo mejor nosotros también nos hemos comportado como tales. Una sonrisa no cambia nada.
El cielo no se asalta en Twitter, ni en Facebook, el cielo no se asalta en la Sexta, el cielo no se asalta con una sonrisa. El cielo se asalta en la calle.
El buenismo, la transversalidad interideológica, la asimilación intolerable de que es bueno huir de la ideología.Graves errores.
El PP puso las reglas en un campo lleno de minas. Creímos que podíamos ganar rechazando nuestra esencia. Repito: somos culpables.
Frente al inmovilismo, la ignorancia, la corrupción aceptada, la falta de conciencia de clase...una sonrisa. Y creímos que ganaríamos. Los valores, el motor del cambio, es aquello en lo que creemos. No una adaptación descafeinada mainstream de lo que deberíamos defender para que los de enfrente no se escandalizaran. El sinónimo de la rabia, de la lucha, del cambio, de la indignación...una sonrisa. Si es que somos una panda de crédulos y gilipollas.
Yo el que mas.
A las calles, coño, la revolución empieza ahí, con educación, con didáctica, haciendo entender que el problema es sistémico y no sólo político. De abajo a arriba y no de arriba a abajo como muchos hemos creído. Y en ese cambio Podemos es pieza imprescindible, pero un Podemos que haya aprendido de los errores, un Podemos que vuelva a recordar que el cambio es esencial y primordialmente la gente, no sólo para representarla, sino para incluirla.
Ya basta de avergonzarse de lo que se es. Nos obsesionamos con botar a Rajoy y olvidamos que el problema es social, es cultural, es educativo, es económico, es sistémico, por encima de político.
Vamos a ganarnos el país no con versiones edulcoradas de lo que parecemos ser, sino con la verdad y el orgullo por delante, carajo.