Si las leyes fueran consecuentes, fabricar y comprar coches como los Volvo Serie XC, los Audi Q o los Nissan Qashqai debería estar gravado con unos impuestos tan jodidamente altos que ni Cristo quisiera comprarse esos coches. Estoy pensando en impuestos salvajes de como mínimo el 100% del valor del vehículo. Si el Luxury SUV te cuesta 45.000, que te cueste 90.000 pavos a ver si así te lo piensas un poco más, que hay gente que necesita "una ayudita extra" para usar el cerebelo.
Y comprar pequeños utilitarios debería ser el incentivo con impuestos más bajos, mientras se fomenta la adopción de eléctricos o lo que sea.
En el mundo real, los políticos lo hacen justo al contrario: el pequeño coche de un estudiante paga más impuestos que la mami millonettis que se compra el monstruo del XC90 para llevar a sus chiquillos a la escuela en el puto centro de la ciudad.
Una, otra más, de las actuaciones surrealistas de unos dirigentes infantiles, mal formados, que no saben ni quieren saber hacer su trabajo.