No encontraréis en esa ley ningún análisis sobre los impactos esperados de las medidas adoptadas, ni a cuánto sale la millonésima de grado centígrado de subida de temperaturas supuestamente evitada según los más alarmistas cálculos sobre la malignidad del CO2. Esto es como tratar de parar un tren con abanicos, y a 1000 euros la unidad.