Un defensor de la prohibición dijo: "El problema no es conducir borracho, eso lo hacemos todos. Lo grave es que los bolivianos somos muy sociables cuando estamos ebrios. Los conductores suelen dejar el volante y, con el coche andando, salir a caminar ofreciendo copas a los pasajeros".
Yo lo probé y nada. El que hizo la misma estupidez que yo, cambie las contraseñas. Creí que abriría una ventana pidiéndome autorización, pero no hace nada. Borren este artículo.
Los chinos parecen vedettes celosas e histéricas. Tanto hablar del opio de los pueblos y después de años de dictadura, represión y, en teoría "iluminación de las masas", todavía le tienen miedo al Dalai Lama. ¿No será que su comunismo es un cuento chino?
La muerte digna de todas las palomas se llama "escabeche". ¿Cuando será el día que los gobiernos entiendan que son infecciosas ratas con alas y las combatan, devolviéndonos los parques y plazas a los seres humanos?
Si la distancia de la marcha (Toledo-Madrid) fuera directamente proporcional a la corrupción del país, los argentinos deberíamos caminar hasta Saturno (ida y vuelta).