Propongo echar a todo aquel que no cotiza (aunque haya cotizado anteriormente): parados (nacionales o extranjeros), jubilados, amas de casa, niños, disminuídos psíquicos y demás gentuza de la misma calaña. Ah, y los curas. Que se me olvidaban. Aunque éstos por lo menos velan por nuestra alma. Y de propina los calvos, que yo no quiero vivir así.
#4 Pues sí, la mujer podría haber esperado para darle la cuchillada un par de minutillos a que terminarar de sacudirse la sardina, e incluso ayudar para acelerar el proceso. Qué poco tacto!