"Lola Dinamita es un libro que emociona porque en todo lo que se cuenta hay un filo o una arista que corta, quema o explota, donde todos los personajes, sean un títere, una mujer con estrés posparto, unos niños filósofos o una cajera de supermercado, conocen la realidad en la misma medida de que descreen de ella (también conocen sus trampas y sus vías de escape o de emergencia, y saben usarlas muy bien si hace falta). En fin, no es un libro ni tan naïf ni tan tremendista como algún crítico ha querido verlo, sino con una enorme capacidad para destilar la belleza de la destrucción y la paz y libertad de las cenizas".
#6 ¿Qué passha, compa? Todo el mundo tiene alguna debilidad. Estaba preparando mi proyecto de fin de máster, y la sesión de "Rebelde" al mediodía me oxigenaba mejor que la lectura de "Retorno a Brideshead". La carne es tan débil. Abrazo.
La descripción que hace el propio Jeanmarie de Denissenko empieza a aclarar algo la relación que se estableció entre ambos militares: “¡Es que Deni era atractivo! (…) ¡De ser mujer, también yo me hubiera acostado con él!”.
#7 No lo creo. En los ámbitos laborales y sociales es más evidente que el ciudadano es tratado como un paria, o se deja tratar así, temeroso de perder su empleo. A su vez, los señoritos de antaño, agazapados durante mucho tiempo, están perdiendo el pudor de exhibirse como antaño.
#1 También es objetivo del ladrón ganar dinero. Ganar dinero no está reñido con hacer bien las cosas, ofrecer un buen producto que pueda competir con los demás. Una buena editorial debe publicar buenos libros que puedan ser vendidos. No ganar dinero engañando a los autores.
Bueno, el amigo nos da más placer que sus políticos y mandamases entrevistados. Algo habrá que darle a cambio, ¿no? Prefiero la fellatio a Évole que practicar el teto con Rajoy. Saludos totales.
Me gustó este fragmento: “Un grupo de grandes compañías adoptó la costumbre de organizar una competición interempresarial de remo (cuatro remeros y un timonel). Los equipos están formados por empleados de cada una de las empresas. Pero la dirección de una de ellas advierte que su equipo, desde hace unos años, llega siempre el último. Emoción, vamos a investigar: se contrata a un experto, un asesor deportivo, para ver qué pasa. El experto lleva a cabo una investigación de varias semanas y al final envía su conclusión: en el barco hay cuatro timoneles y un único remero. La dirección, preocupada, pide consejo a un consultor. El dictamen del experto se resume esencialmente en lo siguiente: ¡hay que motivar al remero!”.