#0 Es subjetivo, pero personalmente me sobran las negritas en la entradilla, salvo para un dato muy concreto. Mis negritas tal vez no serían tus negritas
«Como el 70-80% de las necesidades energéticas de la vivienda corresponden a la parte térmica, precisamos menos producción fotovoltaica y conseguimos que, incluso en lugares como Asturias, funcione perfectamente», explica Alonso. «El secreto de la parte térmica es que los paneles trabajan en frío, lo que hace que sean más efectivos, ya que nuestro suelo radiante patentado funciona con agua a 21° tanto para climatizar como refrigerar. Por ello, aunque haya poca radicación, funciona todo perfectamente».
#53La gente no es nada consciente de su actitud o se la suda.
Tosen una vez y ale para el centro de salud. Tosen 2 y ya para urgencias
Pues mira, no sé qué quieres que te diga. Mucha gente que tengo alrededor tiene pánico a la hora de ir al médico y han dejado de hacerse revisiones importantes por no exponerse al virus. En mi realidad cercana, eso de toser e ir a urgencias no existe.
Todo lo contrario, pero una golondrina no hace verano.
#17 Eso puede que haya pasado en algunos privados. Conozco bien uno de estos hospitales "por dentro". Estuvo trabajando a todo gas incluso durante el confinamiento "duro", pero atendió únicamente dos o tres casos de COVID (por protección de datos, hasta aquí puedo leer, pero para que te hagas una idea, uno de esos casos era un gerifalte de otro continente que vino en un vuelo privado para ser atendido aquí). Dos o tres casos. El resto, se los comió el CHUAC, dependiente del Sergas. Eso sí, tenían planta acondicionada para el Covid y camas reservadas en UCI para tal fin, como les exigió la Administración.
Sin embargo, ellos se dedicaron a otras cosas. No sabes cuánto se movió en cirugía estética, por ejemplo; un buen momento para retocarse y volver a casa discretamente.
Uno de La Coru funcionó bastante alejado de la realidad que vivían los magníficos profesionales del CHUAC, la sanidad pública.
#15 No piden cobrar servicios prestados. En la noticia hay un enlace a "Ahosgal", está en castellano: Los hospitales de gestión privada de Galicia han presentado un recurso contencioso-administrativo contra la Consellería de Sanidade para reclamar que abonen los “daños y perjuicios causados” por la intervención de los centros sanitarios durante el Estado de Alarma, que les obligó a estar a disposición del Sistema Público de Salud, con todos sus medios “personales y técnicos al completo”, pero no pudieron desarrollar su actividad normal porque el Sergas les obligó a “suspender o aplazar” la actividad programada. La Administración sanitaria gallega, como autoridad competente en la toma de decisiones, debe indemnizar a las empresas por el “sacrificio patrimonial” y “daños y perjuicios sufridos”. En este sentido, Ahosgal recuerda que han recibido instrucciones precisas de la Consellería de Sanidade para mantener las plantillas al completo y a pleno rendimiento para estar “a disposición” del Sistema Público, además de tener que “suspender o aplazar” la actividad de los centros privados, lo que motivó una caída notable de la asistencia normal y sanitaria. Asimismo, se les impidió acogerse a ERTES o conceder vacaciones al personal, una solución a la que sí han podido acceder empresas de otros sectores económicos.
Con esa regla de tres, todo Cristo puede pedir una indemnización. Eso sí, en Galicia solo te escucharán si perteneces al sector de la Hostelaría .
#12 Efectivamente. Lo que pasa es que lo que ellos llaman pérdidas, no son más que recortes en las ganancias, muchas de ellas gracias al colegueo del Sergas, que nos venden adelantar días en intervenciones si te decides a ir por la privada, bueno, en este caso concertada.
La pandemia ha hecho reventar muchas costuras.
#4 La privada argumenta que les obligaron a reordenar personal y espacios por si fuera necesario por la pandemia, teniendo que interrumpir su actividad habitual; que no les dejaron coger ERTES, bla, bla, bla. Y no digo que no les haya pasado factura, como a millones de personas, pero solo con lo que el SERGAS les deriva en condiciones normales y, en ocasiones, sin mucha justificación ya les debiera llegar.