Ha llegado el momento de difundir. Los ataques DDoS no hacen tanto daño como las palabras. Nadie puede controlar lo que miles y miles de personas escriben en miles de blogs, los miles de vídeos que subimos a YouTube. Sabemos que hay algoritmos para ocultar ciertas etiquetas, para quitar de la lista los trends; ataques DDoS para tumbar páginas y servidores de IRC. Pero también sabemos leer, y podemos difundir los cables, hacer traducciones, análisis, resúmenes, hacer comentarios en los feeds de noticias (^^), hablar de ello en las redes sociales, leer cables en vídeos cortos en YouTube (Operation: Leakspin).
Para seguir los avatares de esta guerra, para comentar a discreción, proponer objetivos y canalizar la protesta, ahí tenéis Salvando animadoras:
Ha llegado el momento de difundir. Los ataques DDoS no hacen tanto daño como las palabras. Nadie puede controlar lo que miles y miles de personas escriben en miles de blogs, los miles de vídeos que subimos a YouTube. Sabemos que hay algoritmos para ocultar ciertas etiquetas, para quitar de la lista los trends; ataques DDoS para tumbar páginas y servidores de IRC. Pero también sabemos leer, y podemos difundir los cables, hacer traducciones, análisis, resúmenes, hacer comentarios en los feeds de noticias (^^), hablar de ello en las redes sociales, leer cables en vídeos cortos en YouTube (Operation: Leakspin).
Para seguir los avatares de esta guerra, para comentar a discreción, proponer objetivos y canalizar la protesta, ahí tenéis Salvando animadoras:
La injusticia sólo tiene una respuesta, aparte de los tribunales, que son tan ecuánimes. Nada hace tanto daño como la información. Nadie puede controlar lo que miles y miles de personas escriben en sus blogs o los miles de vídeos que subimos a YouTube. Leer y difundir cables sobre Couso, hacer comentarios en los feeds de noticias (^^), hablar de ello en las redes sociales, o hacer vídeos en YouTube sobre este tema (Operation: Leakspin) son obligaciones morales.
Un tweet con la etiqueta #couso, una página en Facebook, un evento en Tuenti, una entrada en vuestro blog...
Ahí va una entrada de Salvando animadoras sobre la importancia de los cables y por qué Umberto Eco está, como casi siempre, pelando el plátano en vez de comérselo:
Ha llegado el momento de difundir. Los ataques DDoS no hacen tanto daño como las palabras. Nadie puede controlar lo que miles y miles de personas escriben en miles de blogs, los miles de vídeos que subimos a YouTube. Sabemos que hay algoritmos para ocultar ciertas etiquetas, para quitar de la lista los trends; ataques DDoS para tumbar páginas y servidores de IRC. Pero también sabemos leer, y podemos difundir los cables, hacer traducciones, análisis, resúmenes, hacer comentarios en los feeds de noticias (^^), hablar de ello en las redes sociales, leer cables en vídeos cortos en YouTube (Operation: Leakspin).
Para seguir los avatares de esta guerra, para comentar a discreción, proponer objetivos y canalizar la protesta, ahí tenéis Salvando animadoras:
La guerra de la información tiene muchas caras. New York Times, Lieberman, WikiLeaks, Anonymous, Assange, la fiscalía sueca y sus acusaciones de sexo por sorpresa, el ataque sobre MasterCard...
“En un mundo dónde los electores votan en las urnas, los políticos pasan sirven al votante mediano.”
(El acento de donde iría de perlas después de pasan en forma de coma. La primera es gratis.)
No se puede hablar del hombre-masa, de la democratización o deterioro de la vida pública, de la forma y la estética de la comunicación, ni de los blogs y sus lectores con ideas de pacotilla, sin prestar atención a la ortografía.
A la elite (sí, elite) se le cae el mundo encima. La cultura está donde menos se la espera. Heil, Ortega.
PS: Le acabo de mandar el comentario. En un rato a lo mejor se decide y hace el cambio. Vivan las cadenas.
En este momento hay un ataque de Operation Payback sobre la web de la Federación Internacional de Industrias Fonográficas: www.ifpi.org (por cierto, sitio web caído). Para unirse, hay instrucciones en www.anonops.net (sólo hay que descargar LOIC y apuntar a www.ifpi.org).
Vaya tropa. Una empresa inútil que quiere infraestructuras de gorra; otra que tiene el honor de haber creado los peores sistemas operativos de la Historia; y un político pelele entre los peleles apoyando a los dos dinosaurios en nombre de todos, en contra del interés general. Hay que movilizarse, aunque sea en plan Mojamuto:
¿No os dais cuenta de que los chicos de la raya impecable en la cabeza, el pantalón, el carnet de identidad y el tabique nasal no son corruptos, de que sólo hacen negocios? Deberíais estar muertos de vergüenza acusando de esa manera a las fuerzas vivas de nuestra gran nación, a la espina bífida de la economía.
PS: Si visten mejor que vosotros deben de estar en lo cierto, conque callad y aprended.
La privatización de una empresa pública de comunicación en seis sencillos pasos:
1. El Estado regala infraestructuras pagadas por todos a los amiguitos del cacique de turno.
2. Éstos obtienen un margen de beneficios a la medida de sus caras duras.
3. Cuando la nueva empresa privada no puede crecer más, sus pobres directivos echan la culpa al modo en el que los consumidores abusan de la estafa a la que les tienen sometidos.
4. Hacen que esos ladrones que quieren utilizar todo el ancho de banda paguen más (aún).
5. Siguen sin invertir en infraestructuras. Demasiado tienen con el consumo abusivo de algunos. ¡Qué disgusto!
6. Se compran un Ferrari para olvidar el sofoco.
Para seguir los avatares de esta guerra, para comentar a discreción, proponer objetivos y canalizar la protesta, ahí tenéis Salvando animadoras:
salvandoanimadoras.blogspot.com/
¿Dónde están esos Hiro Nakamura?