Tenemos lo que nos merecemos. La culpa ha sido del euro. Todo el dinero negro que tuvo, forzosamente, que aflorar al entrar en vigor la nueva moneda, hizo que se invirtiera masivamente en "ladrillo". Resultado, el mismo de siempre, los pobres hemos tenido que comprar pisos a precio de oro, y los que invirtieron su dinero negro, han tenido doble beneficio.