El artículo, bien leído es una soflama rencorosa.
Lo que esconde entre líneas es el dolor que le supuso enfrentarse tras su vuelta y hoy en su memoria, a ser una pérdida rápidamente asumida, entre sus compañeros y alguno en su familia, resumiendo: la herida aún abierta por haber sido ignorado, no apreciado y no querido.
Él no fue Livingstone supongo, y eso le duele, tanto como para escribir ese sañoso artículo.
Las razones que escribe algunas buenas y otras despreciables, solo sirven para calmar su pérdida, no entre fronteras africanas, sino entre los suyos (verdaderos Coroneles Tapiocas).
Pues sin saber cual fue su crimen anterior es difícil hacer muchos juicios sobre este hombre. Desde luego si el crimen anterior fuese haber ahogado un niño, socialmente pienso que habría causa, para considerarle redimido e indultarle el resto de condena.
Al fin y al cabo, el efecto reformatorio de la cárcel habría sido satisfactorio. Si de lo que se trata es simplemente de hacerle pagar privándole de su libertad, pues que alguien me explique que hacía en una goleta, porque yo también quiero privaciones como esa, ¿o se trataba de un galeote? Bueno, fuese como fuese me sumaría a las palabras de Don Quijote en un caso similar de galeotes: "Allá se lo haya cada uno con su pecado; Dios hay en el cielo, que no se descuida de castigar al malo ni de premiar al bueno, y no es bien que los hombres honrados "de menéame" sean verdugos de los otros hombres, no yéndoles nada en ello."
La diferencia, entre ser engañados o ilusionados, queda por definir, pero en estos casos el refranero es siempre apreciado, en sus diferentes metáforas: Es ilusión fementida, un mundo a nuestra medida.
Cosechas de ajos y melones, cosechas de ilusiones.
Cuando Joven, de Ilusiones; cuando Viejo, de Recuerdos
De esperanzas vive el hombre, pero muere de desilusiones.
El que de ilusiones vive, de desengaños perece.
Ilusión es para un calvo tener en su calva algo.
La ilusión del cazador, a una mentira otra mayor.
La ilusión es la realidad de los que no tienen un real.
Tripa vacía, ni ilusión ni alegría.
Siempre me gustó "amanece que no es poco" quizás el héroe fue un rizoma, que nunca se llegó a desarrollar, y quedó enmarcado en la mitología costarricense
Los americanos, tienen un sucio historial de enviar sus residuos fuera de sus fronteras, seguro que si no, lo esconderán en aguas internacionales, aunque pensándolo bien, ni siquiera su territorio les pertenece para usarlo con esos fines. ¡que dejen de emitir dióxido de carbono y vayan a pie como todo el mundo.
¿el rincón más bello del mundo? con barcas que vienen y van... exhibicionistas delante de la cámara, y ¿una playa de 100 metros de larga?, vaya, vaya... un día enviaré algunas fotos mías de rincones bellos de verdad.
Lo que esconde entre líneas es el dolor que le supuso enfrentarse tras su vuelta y hoy en su memoria, a ser una pérdida rápidamente asumida, entre sus compañeros y alguno en su familia, resumiendo: la herida aún abierta por haber sido ignorado, no apreciado y no querido.
Él no fue Livingstone supongo, y eso le duele, tanto como para escribir ese sañoso artículo.
Las razones que escribe algunas buenas y otras despreciables, solo sirven para calmar su pérdida, no entre fronteras africanas, sino entre los suyos (verdaderos Coroneles Tapiocas).