Mi padre me contó que, un sus tiempos mozos, fue a ver una obra de teatro en la que uno de los actores tenía que matar a otro con una espada. Cuando fue a sacarla, se le atascó y no pudo hacerlo. En un momento de extrema lucidez y para que la cosa continuara, se le ocurrió darle una bofetada al contrincante. El otro, se puso la mano en la cara y tras un segundo de incertidumbre, se tiró al suelo gritando: "Dios mío, la torta estaba envenenada" y murió.
Tuve un profesor que decía que los garrulos a los que les parece increíble haber aprendido a escribir sienten la imperiosa necesidad de escribir su nombre en todos los sitios, como un chimpancé que aprende un truco y no para de hacerlo para pavonearse.
#6 Creo que no lo entiendes.
Es evidente que no habría ningún ruido, el ruido es la manera en que el cerebro codifica una realidad exterior (las ondas). Las ondas en sí no son ruido, y la idea que tenemos del ruido, o incluso de las mismas ondas no es ´más que una representación.
Eso no quiere decir que no haya una realidad fuera de nosotros, sino que a nosotros siempre nos estará vedada, pues lo que nosotros podemos conocer no son más que las representaciones que a partir de ella puede hacer el cerebro.
#21 Supongo que es más una crítica sarcástica hacia la creencia popular de muchos empresarios en base a la cual, las personas que se dedican a la informática, han de conocer todos los lenguajes de programación habidos y por haber, saber un montón sobre diseño gráfico, crear panfletos publicitarios, arreglar tostadoras y todo tipo de electrodomésticos, saber mogollón sobre teléfonos móviles de última generación y hackear satélites espías del gobierno desde un Spectrum con interfaz de red.