El hecho de que este "personaje" haya estado al cargo del Ministerio del Interior con Aznar, al igual que con M. Rajoy lo estuvo Jorge Fernández Díaz, a quien no le avergonzaba contar públicamente a los medios que Marcelo, su ángel de la guarda, le ayudaba a encontrar aparcamiento, demuestra el gran poder de una secta peligrosa para el estado y su influencia en la ultraderecha para colocar a sus acólitos más influenciables en puestos de grandísimo calado.
El Ministerio de Educación también ha sido otro muy goloso donde colocar a sectarios, declarados o no, que ayuden a que no se desmorone el aberrante sistema de la educación concertada que tantos miles de millones mueve al año para la mafia privada.
El Ministerio de Educación también ha sido otro muy goloso donde colocar a sectarios, declarados o no, que ayuden a que no se desmorone el aberrante sistema de la educación concertada que tantos miles de millones mueve al año para la mafia privada.