Si Rivas quiere luchar contra el cambio climático, que empiece con un urbanismo sostenible y abandone el derroche de energía.
Una ciudad que depende del coche para realizar acciones tan cotidianas como comprar el pan no puede ser sostenible.
Una ciudad que está empeñada en invadir el territorio con un modelo tan poco sostenible como el adosado, que origina densidades muy bajas, con todo lo que conlleva en cuanto derroche de instalaciones y gasto de combustible, no puede luchar contra el cambio climático.
Una ciudad que se deja las luces encendidas un espacios cerrados que no se están usando, no puede ser sostenible.
Todo esto no es más que propaganda, si realmente al ayuntamiento de Rivas le interesase el medio ambiente, su modelo de ciudad sería otro.