#18 Siempre ha sido así. Todo ha sido siempre una cuestión de intereses. Si en algún momento histórico pareció que había algo más, lo que pasaba es que la propaganda era más o menos creíble. Lo que ocurre últimamente es que las máscaras han caído del todo y cada vez es más difícil sostener tanta patraña.
Yo no utilizo ninguna de las tres gilipolleces porque es estúpido, porque no va a ningún sitio y porque no me da la gana. Estoy enfermo de odio? Vaya manera de perder el tiempo. Y con lo que tenemos encima...
#6 Hoy me ha soltado una compañera del curro que hay mucho cáncer entre la gente joven por culpa de las vacunas. Encima acabo de leer (sin querer), la gilipollez que has soltado. Poco nos pasa.
#18 Serán gilipollas, pero todos tienen un ego que no cabe en la misma habitación que ellos. Vamos, que estamos poniendo al mando a los más ególatras, narcisistas y faltos de empatía de la manada. La propaganda amplificada en las redes está causando estragos porque ahora lo que hay que ser es 'influencer', ya sea en política o en gestión de riesgos. Un despropósito todo. Pero aprenderemos, a palos, como siempre, o quizá no aprendamos a tiempo.
Cuando el agua nos llegue al cuello por la crisis climática espero que la gente deje de votar a los más narcisistas y busque poner al mando a los más capaces y con más vocación de servicio público. Y aunque no es seguro que vaya a pasar, lo que sí es seguro es que estamos a un montón de miles de muertos de que suceda. Toca apretar los dientes, resistir y organizarse. No hay otra.
¿Dónde está la ley de partidos cuando se la necesita?
El 'paguitas' es un puto incendiario miserable.
Que tenga cuidado, que lo mismo le explota en la cara tanto odio.
#73 Por mucho menos que esto hay gente comiendo cárcel. Lo que han hecho se llama atentado, y los delitos cometidos son los de terrorismo y organización criminal. La Audiencia Nacional debería intervenir y meter en chirona a toda esa panda de energúmenos. Y si no lo hace estarán dando vía libre para que el siguiente atentado sea contra uno de la otra cuerda.