Cuando estaba de prácticas en el hospital, el paciente se deriva del psiquiatra al psicólogo y viceversa, en casos donde el tratamiento combinado era el necesario. Ambos profesionales trabajaban mano a mano. Pero por desgracia, esto no es la norma y necesitamos que así sea. Y no sólo con el psiquiatra, si no con el neurólogo, el oncólogo, etc.