Personalmente, creo que es un problema de mentalidad. Cada vez son más las plataformas que ofrecen este tipo de servicios y que ofrecen facilidades de pago (dejémonos de excusas), pero en España seguimos pensando que en Internet, los contenidos y la industria cultural deben ser gratuitos. Y se nos olvida que hay mucha gente trabajando para sacarlo adelante. Si es gratis, nos quejamos de la publi, si es de pago, nos buscamos las vueltas para encontrar ese vacío legal que nos permite consumir sin abonar. Afortunadadamente, creo que esta tendencia del todo gratis en Internet está comenzando a remitir. No se trata de ponerle trabas a la cultura, pero si queremos una cultura verdaderamente libre y de calidad, es necesario retribuir al que la crea, la fomenta y la difunde (que puede hacerlo por amor al arte, pero en la industria cultural hay quien trabaja, como en todo, para comer todos los días)