Quien a día de hoy no quiera ver la realidad de todo este entramado de poder, guerra y apropiación de lo ajeno no es una víctima del sistema, es un cómplice.
Nuestra España, la que siempre fué, sigue siendo ella, la de las dos mitades malas, que como el perro del hortelano, ni comen ni dejan (aunque al final unos comen y otros dejan).
La España de las dos mitades malas, la una que solo ve el mal que le hacen a "los suyos", la otra que cree con fe absoluta que siempre se acordarán antes de ella que de la otra.La una prepotente e injusta que solo quiere mirar por ella y no le emporta el resto, la otra que cree estar en el bando de los ganadores y es egoista con los perdedores.
Pero al final, la una y la otra, las dos mitades cayendo en los mismos tópicos, con los mismos pecados capitales, con la misma mierda.A cual perteneces?
Cuando en nuestro corazon sintamos pena por los desamparados, arranquemos de él la envidia por los que viven mejor y luchemos por los derechos de los demás igual que por los nuestros, quizá entonces nuestros políticos dejen de ser el reflejo que son de nuestra actual España.