#1 Siempre curioso que Valencia, donde los votantes echamos al gobierno corrupto del PP y el propio PP hiciera una buena limpia en sus filas, fuera el bastión de la corrupción y a los valencianos nos cayera un estigma de la hostia, mientras que en Madrid, donde hubo las mismas o peores tramas, donde sus responsables están más protegidos y donde ha seguido gobernando la misma mafia ininterrumpidamente, ni tienen esa imagen de corrupción ni a sus ciudadanos les ha caído nunca el marchamo de corruptos.
Pues ha estado bien dedicarle tanto tiempo a lo de Marruecos, la verdad. Sorprende ya oír hablar sobre cuestiones de fondo y no de enredos políticos de baja estofa y eslóganes electorales chuscos.
Tengo pensando comprarme una baratilla de Thomann para disfrutar de la belleza del objeto y para intentar aprender un par de acordes y hacer el tonto un poco en casa sin molestar a los vecinos. Me siento idiota.
#75 Con sus pagas extras, esas gratificaciones que te da el amo por su bondad innata. Nada de que sean parte de tus retribuciones como todo lo que cobras.
No sufráis, más pronto que tarde nos pegarán un hachazo al sueldo que durará mucho más que estas semanas de estado de alarma en las que estamos disfrutando de la vida a tope sin ir a trabajar. Y muchos tendremos que hacer más horas que un perro para hacer todo lo que no estamos haciendo (horas gratis, tranquilos).
#7 Cierto. Difícil pero fascinante. Cosas como el episodio de la fundición de la campana de Andrei Rublev o el último plano de Sacrificio son abrumadoras.
Poco tiempo después, en 2008, la misma sala de la Audiencia Provincial de Valencia dictaba una ejecutoria por la que acordaba dejar en suspenso la condena impuesta al ahora imputado en las agresiones del 9 de octubre, por un periodo de cuatro años, entre el 30 de octubre de 2009 y el 29 de noviembre de 2013, bajo la condición de no delinquir durante ese periodo de tiempo, según obra en la ficha de antecedentes penales del Ministerio de Justicia.
Sorprendentemente, durante este periodo de tiempo, Vicente Javier Estruch vuelve a delinquir. Esta vez el delito es de agresión. El Alfarrasí propinó una paliza a un vecino de su localidad de residencia el 23 de mayo de 2012, por la que sería detenido por la Guardia Civil. Un juzgado de Ontinyent instruyó la causa, y el juzgado de lo Penal número 15 de Alzira le condenó en noviembre de 2016 a seis meses de prisión por lesiones, además de prohibirle entrar en contacto con la víctima, su entorno y a mantenerse alejado de ellas.
A los abogados de la acusación les llama la atención que “el líder ultra de Yomus no hubiera sido detenido e ingresado automáticamente en prisión tras la agresión de 2012, tal y como establecía la condición de la ejecutoria de la Audiencia Provincial de Valencia para beneficiarse de la suspensión de condena por narcotráfico, consistente en no delinquir durante cuatro años”.
Lo cierto es que no hay muchos más datos acerca de los argumentos razonados por las cuales la Sección Tercera de la Audiencia Provincial determinó esta medida ante una condena firme superior a los dos años, “algo realmente inusual” a juicio de los profesionales consultados.
Esto de inusual no tiene nada. Para que hayas delinquido te tienen que condenar por sentencia firme, una simple detención como que no sirve para revocar una suspensión. A un nazi y a cualquiera.
#25 Es algo tan básico... Y la gente no lo sabe. Es brutal.
Sala-i-Martin, Rufián y compañía cubriéndose de gloria. Y el de Las mañanas de Cuatro hablando del "tribunal que juzga todos los casos de corrupción del Partido Popular".
Siempre curioso, oigan.