Desde mi punto de vista el estado no puede imponer una moral pública, precisamente por la diversidad socio-cultural de nuestra sociedad. Ésta es cada vez más plural y diversa, pero si bien no puede, o mejor dicho debe imponer la moral pública, si es conveniente que siente unas bases fundamentales tanto a nivel social como regulador de todas las diferencias tanto de género, como de sexo, religión o procedencia para que la convivencia sea más tranquila. Digo tranquila porque cada vez se conocen más escaladas de intolerancia, e incluso violencia para lo que algunas personas consideran "diferente".
Esas bases parten desde mi punto de vista, de un fomento de la cultura y de la información. En la escuela como base, en medios de información tanto audiovisuales como de prensa escrita como elementos de comunicación masivos, e incluso a nivel universitario. La información nos hace no solo más cultos, sino más inteligentes, plurales y tolerantes.
Una base cultural firme y amplia, evita la intolerancia porque elimina los miedos a lo diferente y desconocido.
Mambo, tienes razón en los derechos , pero también hay que ser consecuente con la sociedad en la que se vive. Una cosa es hablar de derechos y otra muy distinta es enmascarar actitudes xenófobas. Quiero decir con esto que puedes tildar de derecho el elegir los clientes de un local, siempre y cuando puedan suponer un problema para el mismo, porque esa es la finalidad del derecho de admisión, el que personas problemáticas no interfieran en el buen desarrollo de una actividad comercial, con actitudes o acciones fuera de la norma. Pero eso es disfrazar la realidad. ¿Crees sinceramente que el que un grupo de personas homosexuales y heterosexuales celebrando una unión matrimonial, va a afectar negativamente a la imagen de un local?. No hace falta ser muy inteligente para descifrar sin esfuerzo lo que dice entre líneas: "no quiero maricones en mi negocio, no sea que sea contagioso". Eso no es ejercer un derecho sino ampararse en la constitución para fomentar separatismo social.
También indica que los propietarios del mencionado local financieramente son más cortos que el rabo de una boina. Pierden un nicho de mercado, más que importante. El colectivo GLTB, lobbie Rosa, o como quieras denominarnos, consumimos, lo hacemos a diario, y por si no lo saben en ese negocio, gastamos tantos o más euros por persona que otros grupos de la sociedad española actual. Negar ese acceso es cerrar puertas a un futuro de su negocio. No quiero decir que tuviese más clientes, pero lo que si puedo afirmar, es que dejará de tener muchos, muchos clientes. Puede que incluso parte de los que tiene. En esta vida actuar a lo loco puede acarrear consecuencias graves, no solo en el corto plazo sino a medio y sobre todo a largo plazo.
Vivimos en un pais que el boca a boca funciona, .... "y cómo" .... y hacer semejante feo a dos personas y sus invitados les traerá consecuencias.
Todo gay hombre o mujer, tiene familia, amigos, vecinos, ... y han de saber que muchos serán heterosexuales; los cuales también celebran, salen, cenan, ... y muy probablemente no pisen ese local, ni lo recomienden. Más aún. Es muy probable que le hagan publicidad negativa, y si hay una verdad en los negocios que impera es que: "un buen comentario de un cliente no llega muy lejos, ni a pocas personas; pero uno malo se extiende rápidamente".
Mis felicitaciones al empresario del año.
Ejerciendo sus "derechos-homofobos" conseguirá un nuevo porvenir.
Esas bases parten desde mi punto de vista, de un fomento de la cultura y de la información. En la escuela como base, en medios de información tanto audiovisuales como de prensa escrita como elementos de comunicación masivos, e incluso a nivel universitario. La información nos hace no solo más cultos, sino más inteligentes, plurales y tolerantes.
Una base cultural firme y amplia, evita la intolerancia porque elimina los miedos a lo diferente y desconocido.