Un tribunal de Sudán condenó hoy a muerte a la doctora Mariam Ishaq, de 27 años, por haberse convertido al cristianismo. Ishaq, embarazada de ocho meses y con otro hijo de dos años, cambió su nombre de Abrar por el de Mariam y es hija de un hombre de la región de Darfur, en el oeste de Sudán, y de una mujer de la vecina Etiopía. El tribunal recordó que la ley sudanesa prohíbe la conversión del islam al cristianismo y que, por tanto, la acusada cometió adulterio al ser "nulo" su matrimonio como cristiana.