Con ansia de titular llamativo y a lo grande, como todo lo que rodea a la Expo Internacional de Zaragoza 2008 y su posterior gestión, se anunciaba en el 16º aniversario de su inauguración, nuevas obras, un nuevo enfoque o, más bien, un nuevo gasto (y no pequeño) de dinero público.El consejero del Gobierno de Aragón Octavio López afirmó que la Torre del Agua sería el faro de la logística y se le daba dimensión mundial dentro del sector, aunque tampoco terminaba de estar muy claro el proyecto, más allá de la renovación de la iluminación del edifi