Personalmente, nunca he tenido especial predilección por las heces fecales. Mucho menos, por catarlas. He visto, eso sí, muchos vídeos donde un hombre o una mujer recibían en su boca el cálido manjar deyeccionado por su pareja o, en ocasiones, vagabundos.
Porque sí. Los vagabundos son gente y a muchos les gusta participar en eventos estrambóticos como, por ejemplo, hacer de vientre en la boca de otras personas. Además, suelen ganarse un dinero. ¿No es más lícito defecar en la boca de alguien que vender heroína o atracar una tienda? ¿Quién soy yo para juzgar algo así?
Ya está bien de ser hipócritas. ¿Qué pasa si a una persona le gusta comer mierda? Yo no soy quién para juzgarlo, y tú tampoco.
Imaginaos esa hez, recién horneada; ese olor a putrefacción que perfuma sutilmente el ambiente mientras una gota de premierda cae sobre tu pómulo y se desliza, sensualmente, hasta la comisura de tu labio. ¿Excitante? Para algunas personas sí. ¿Hay algo malo al respecto? Pues no lo creo. Son dos personas compartiendo un momento íntimo. No es diferente a darse un beso. Sólo cambia saliva por mierda.
Desde antiguo, comer mierda ha sido pasatiempo tanto de ricos como de pobres. Ha sido una actividad unificadora en la que un pobre podía saborear la mierda de un rico, experimentando así, a posteriori, el lujo y la majestuosidad de su dueño. Los ricos, por su parte, finalmente podían entender un poco la pobreza de la gente común a través del soso sabor de sus heces.
Es por ello, amigos, que os recomiendo dejar que un vagabundo os cague en la boca. Así podréis experimentar, de primera mano, su dolor y hastío. Ya no es un acto de ocio; es un acto de empatía. Comed mierda.
Comentarios
#0 A tus comentarios mierdosos ahora se une esta cargada de "articulo".
@svobodaslova
#1 *Ante tus comentarios mierdosos, ahora se une esta cagada de "artículos".
De nada.
#2 ¿Tienes preparado el próximo nick? Me pregunto qué ganas haciendo esto. ¿Te aplauden en mediatize por cada tontería que haces aquí?