Saludos, meneantes.
Ya sé lo primero que me vais a comentar, que por qué compro en Ikea si busco calidad y allí se va a lo barato. La cuestión es que llevo años usando estanterías Billy mientras estaba de alquiler: diseño básico pero funcional, calidad razonable, precio ajustado y modularidad. No hay niños en casa, cuido las cosas, calidad/precio...
Pues el otro día me faltaban 120 cm de estantería para rellenar a lo ancho un hueco que había quedado tras la mudanza de mis antiguas estanterías (mismo modelo, tercer emplazamiento que aguantaban). Y decidí ir y pillar 3x40 cm, que además estaban de oferta. Y no pillé las de 80 porque ya tengo tres, esta vez iba a poner libros de manera más compacta y ya me habían avisado de que se podían doblar las baldas largas.
Empieza el montaje, primera decepción. Unos anclajes (foto abajo), que en todas mis estanterías eran metálicos (los que conectan los ángulos de 90º), ahora son de plástico. Tienen rebabas que hay que lijar o cortar, o no entran... Los arreglo un poco encogiéndome de hombros porque al fin y al cabo uno no puede esperar acabados buenos, ¿no? ¿He soñado lo del metal? *Yo futuro: no* Qué remedio, los entendidos de Ikea saben, supongo.
Apreciación: Mi estantería es blanca y, habiendo un modelo blanco, lo pusieron gris. (D'oh!)
Continúo montando, pongo una tabla al revés. Uy, no pasa nada, la retiro y la giro. Salen un montón de fibras del panel... Ostras, no me digas que la densidad del aglomerado es menor ahora. Antes con cuidado desmontaba y volvía a montar sin problema, alguna astilla por aquí y por allá, pero... ¿serrín voluminoso? Segunda decepción.
Habrá que tener aún más cuidado. Seguimos, las piezas de plástico de la primera decepción hacen su trabajo regular: bailan, no entran bien en los agujeros, son difíciles de enroscar porque son planas en vez de estrella... Pfff... ¿Y a esta qué le pasa? No engancha. Crac, se cae, se parte. Tercera decepción. Me dicen por el pinganillo que esa pieza se partía incluso siendo de metal (nunca me había pasado), pues imaginaos de plástico, que sólo se hayan partido dos (que yo sepa) ya me parece una victoria visto el plan.
Y ya, para rematar, esas mismas piezas hinchan el aglomerado del agujero donde van, deteriorando el laminado, por la propia presión y menor densidad de este. La estética de un montaje cuidadoso, al garete.
¿Por qué fui a Ikea? Claro que se me pasó por la cabeza la idea de poner una estantería a medida en el hueco, pero sólo de pensar los >1000€ que me iba a costar... Este mes no ahorro con el tema del bricolaje y estoy y estaré lo que queda de año (por lo menos) sin coche. La modularidad, entraban en el hueco perfectamente, poder comprar las puertas compatibles después para repartir el gasto, todo suma. Unas antiguas Billy que yo recordaba y todavía uso, hubieran cumplido.
Conclusión/tl;dr: Pensé en estas estanterías por mi experiencia previa, eran lo mínimo aceptable, y tenía los libros en montoncitos por toda la casa. Necesitaba algo que me sacara del paso y que durase un tiempo razonable, buscaba calidad/precio como hace 5-10 años, pero esta vez fui y sólo encontré precio, pero no calidad. Ikea, ¡tú antes molabas!
Un saludo.
PD: He pedido recambios en la web, he metido la referencia de los antiguos de metal, a ver si hay suerte y me los mandan en condiciones. Por cierto, es mi primer artículo, no seáis muy duros conmigo. :p