Hace un rato estaba en la ventana de mi casa protestando contra el gobierno. En la calle había gente protestando también pero mi decisión personal era hacerlo desde la ventana.
No quiero decir que mi opinión sea la acertada, obviamente es lo que creo pero podría estar equivocado.
Lo que sí quiero decir es que yo estaba ejerciendo un derecho sin que nadie pueda decir que pongo en riesgo a alguien.
Al poco, ha pasado una persona en bici, despacio, insultando a gritos a la gente mayor de las ventanas (y callándose o acelerando al pasar cerca de los que estaban en la calle) y a los pocos minutos ha pasado en dirección contraria comportándose de la misma manera.
Otro señor ha llegado a gritar a unos balcones "¡Bajad si os atrevéis!"; luego se callaba al cruzarse con gente en la calle.
Quiero felicitar públicamente a mis vecinos que han seguido protestando pacíficamente sin siquiera dirigirles unas palabras.
También quiero consolar a los que se han asustado y han cerrado las ventanas. Os entiendo y si en lugar de en un tercer piso viviera en un primero igual yo hubiera hecho lo mismo.
Por último, a los que quieren limitar la libertad de sus vecinos sólo les puedo decir que se equivocan. No somos el enemigo. El enemigo es el virus y con un capitán competente en el timón lo venceremos. Da igual si el capitán va por la izquierda o por la derecha. Mientras sea hábil saldremos de esta. Y el que hay ahora creo que está dando vueltas en un remolino. Por eso pido un cambio y lo seguiré pidiendo, porque también creo que es mi obligación, aunque algunos traten de asustarnos.
Madrid, 18 de Mayo de 2020