El odio como bandera

Después de meses de monotema catalán hoy ha llegado la gota que colma el vaso. Mi vaso. De ahí este artículo que prácticamente es heredado de un comentario que hice esta mañana a un exaltado que pedía sangre.

Y ese es el verdadero problema de España y de lo que vemos en Cataluña: el hooliganismo (perdón por el palabro). Unos pocos, de una parte y otra, nos estáis metiendo a todos en una movida que creo que no habéis medido bien. Raro es el día que no encuentras exabruptos, repito de unos y otros, con los que intentáis minar al contrario. Unos apelando a una legalidad que en las ocasiones que interesa obviáis, apelando a un Estado de derecho que si miramos con detenimiento carece de una verdadera separación de poderes que hacen de esta democracia española un mal chiste, y justificando la fuerza bruta para solucionar problemas. El deseo de someter al otro.

Por otro lado unos iluminados que apelan a una legitimidad que nadie les reconoce y que se basa en la apropiación de una intangible "voluntad de los catalanes" (cierto es que una consulta solucionaría esa incógnita). Unos listos que han dicho tira palante sin importarles el bienestar del pueblo al que dicen representar, con actitudes infantiloides, invitando a todos a tirarse por el precipicio. Y sí, también con el deseo de subyugar.

La peli está en que hay que elegir bando. En la que hay buenos y malos. Que depende de a quién preguntes serán unos u otros. En la que si te escandalizas por las palizas del 1-O eres anti español, y si expresas que en Cataluña se les está yendo la pinza a unos cuantos eres un opresor españolista. En la que si explicas que las leyes no son inamovibles (se crean, modifican o derogan a diario) y que son en última instancia un acuerdo de convivencia, un puto contrato, te dicen que quieres romper España. En la que si adviertes de que los mismos que te dicen que les importas mucho y que esto de la independencia lo hacen por ti, por tu futur, son los mismos que no dudan en dejarte en la calle (con legislación española o catalana) o legislan para unos pocos con mucha pasta, y que realmente le importas una mierda; si dices eso eres un nacionalista español que quiere sabotear el proces.

Nos han echado a pelear y hay gente que se encuentra en su salsa, pidiendo sangre. En tertulias, en la calle, en meneame. Desde hace meses esta casa quizás sea un buen reflejo del odio que se ha instaurado. Sí, odio. Podemos darle las vueltas que queráis. Esa "mala leche", "mala hostia", esa sensación que tienes al ver a los que tú consideras tu "enemigo" es simplemente odio. Los argumentos que uses son accesorios. Un medio para canalizarlo. El a por ellos o el españoles hijosdeputa, es la verbalización de ese odio.

Harto me tenéis. Todos. Los que nos enfrentáis unos a otros. Los que alentáis el revanchismo, la mala hostia, el caínismo patrio. Los que enarboláis banderas y os dais golpes en el pecho por una patria (española o catalana) que os importa una mierda, porque la gente, que es la verdadera patria, os importa cuatro leches.

Ahora estáis en racha. Habéis sacudido el avispero y habéis polarizado los sentimientos. Todo fachada, todo cartón piedra. Solo espero que esa mayoría silenciosa, de la que todos se quieren apropiar, de el paso y exprese lo que individualmente pensamos muchos: dejadnos vivir en paz.