Hay días en que las redes sociales le quitan a uno las ganas de vivir, tanto por las chorradas que algunos se inventan como por aquellos que les dan validez y comparten. Parece que informarse, comprobar datos y documentarse se ha convertido en una ciencia oculta, una suerte de magia negra que si llevas a cabo para desmontar las mentiras te convierte en un mafioso a sueldo de los "poderes".
Llega a mi feed de Facebook la siguiente entrada, compartida por un amigo:
Pongámonos en contexto. El susodicho que hizo semejante afirmación es un "activista" contra la "geoingeniería". Es el presidente de una asociación a favor de los "cielos limpios" que inunda sus redes sociales con fotografías propias y ajenas de "estelas" en el cielo a las que llama chemtrails y con las que supuestamente controlan el clima, además de decenas de entradas de blog de dudosa credibilidad con teorías conspiranoicas de todo tipo.
Como la acusación que hace en esta entrada es muy grave, procedo a investigar si es cierto lo que dice.
Lo primero que observo es que la AEMET sigue publicando a diario en su página de Facebook. Podéis comprobarlo vosotros mismos en dicha página. ¿De dónde procede, entonces, su afirmación de que no publican desde marzo? Simplemente de que la página de Facebook en la que AEMET aparece como "Lugar" y no como "Página", efectivamente, no publica desde marzo.
La segunda afirmación es que AEMET no recibe llamadas ni contesta e-mails. Con ello, me pongo a investigar. El teléfono de la AEMET es el mismo que el de la Administración General del Estado, el 060. Una vez atendido por un operador, éste te deriva a la sede regional que la AEMET tiene en cada región, que es un número provincial. En este teléfono, otro operador te atiende, pero al no ser un profesional del ramo, sino un funcionario con funciones de oficina, te remite a una dirección de e-mail o a la Sede Electrónica que la AEMET tiene en su web. Evidentemente, la AEMET responde a las peticiones, siempre y cuando sean prácticas y sensatas.
Pero esto no acaba ahí. A este señor le gusta colgar fotos de dichos "chemtrails" que toma desde su casa en la sierra madrileña, con el añadido de que no hay aeropuertos ni nada por el estilo cerca de su localización que puedan explicar tanta estela con formas extrañas. Pero, como parece que no está demasiado puesto en temas tecnológicos, esas fotografías, tomadas con el móvil, contienen metadatos que incluyen la geolocalización. Y adivinad qué: vive a menos de 20 kilómetros de una base aérea civil dedicada al entrenamiento de pilotos y a los vuelos de recreo.
No voy a decir quién es, porque seguro que algunos lo habéis identificado y, más temprano que tarde, aparecerá en algún artículo periodístico junto a otros magufos. De hecho, gusta mucho de compartir las entradas de otro reputado, llamémosle, "vendehumos", el famoso Josep Pàmies, un tipo que te quita la depresión o te cura un cáncer con las plantitas que cultiva por casa.
Por supuesto, como dios los cría y ellos se juntan, y al hilo de la polémica surgida con el programa de Javier Cárdenas en TVE, no pueden faltar estas otras entradas.
Y claro, después del programa...
En fin, que lo que más me preocupa no es la manipulación de este sujeto, sino la cantidad de feedback positivo que recibe. Si este es el nivel de la sociedad, acrítica y aborregada, incapaz de detectar un bulo o un embauque, que no nos extrañe que sucedan otros acontecimientos.
Porque ya no es descuido, sino ignorancia aceptada, creer lo que uno quiere creer. Y cuando veo eso necesito una flota de buambulancias para mí solo.