Lugo perdió en 15 días todo lo que había ganado en meses después de una desafortunada fiesta. En la noche del 14 al 15 hubo un cumpleaños en el Doña Bella, y también estuvo abierto al público en general. El paciente cero era uno de los clientes esa noche. Sitio cerrado sin ventanas ni ventilación, alcohol, amistad y la última noche para darlo todo. Un caldo de cultivo perfecto para la expansión del coronavirus. Y así fue. Hoy, 15 días después, el brote derivado del Doña Bella superaría ya de largo el centenar de contagiados.