Para empezar, Skyrim nos pone el en rol de un taimado terrorista capturado mientras tramaba destruir el gobierno. Si eso no fuera suficiente, el siguiente objetivo del juego consiste en construir un avatar lo más indecente posible, donde podemos cambiar el género y la raza de nuestro personaje a nuestro antojo, lo que no es sino una forma de enseñar a los niños que el cambio de sexo es lo más normal del mundo.