Con mucho, la taxonomía más común del fascismo que se verá en la mayoría de los círculos económicos es la avanzada por Umberto Eco en su ensayo «Ur-Fascismo,» [link]. En lugar de una definición única, Eco propone una taxonomía de 14 puntos que, en conjunto, conforman el «grupo tipo» del fascismo. No es necesario que una ideología cumpla todos los puntos para ser considerada fascismo, pero cuantos más criterios satisfaga, más firmemente encajará en la definición. Siguiendo esta taxonomía, intentemos responder: ¿es Trump un fascista?